El Comisionado para la Seguridad y Desarrollo de Michoacán, Alfredo Castillo, confirmó que Daniel Mendieta Sainz, padrastro de Erika Kassandra Bravo, una joven enfermera cuyo cuerpo se encontró en Michoacán, fue quien cometió el crimen.
En breve entrevista con José Cárdenas, Castillo informó que el culpable confesó su crimen y ya está arraigado.
Según Castillo, Kassandra no fue desollada, si no que el cuerpo se encontró así debido a la fauna silvestre que habita en el lugar.
El procurador de Justicia de Michoacán, José Martín Godoy Castro, explicó que la joven fue asfixiada y posteriormente su cadáver trasladado al tramo carretero Uruapan-Los Reyes, donde fue hallado 3 días después.
Refirió que el presunto responsable confesó haber golpeado a la joven en reiteradas ocasiones y haberle provocado diversas lesiones en el cuerpo.
Según la declaración de Daniel Mendieta Sainz, intentaba abusar sexualmente de la joven, por lo que al ver su resitencia, la golpeó y la torturó.