La nota es de RT (Russian Television Network), de manera que debes tomarla con una pizca de sal. “La inesperada jugada de Rusia con sus activos de petróleo sorprende a Occidente. En solo unos pocos días Rusia recuperó 30% de sus activos de petróleo y gas que estaban en manos de financieros occidentales, y ello gracias al hecho de que el rublo se depreció. Un medio calificó esta jugada como ‘la operación más increíble que se ha visto desde la aparición del mercado de valores’”.
“Rusia ha hecho un movimiento de ajedrez inesperado”, escribe el portal InSerbia. Según la publicación, debido a la caída del rublo Moscú pudo recuperar la mayor parte de los activos petroleros que estaban en manos de propietarios extranjeros, y además logró ganancias por 20 mil millones de dólares. Este pasado diciembre el rublo ruso comenzó a caer precipitadamente y surgieron rumores de que Rusia no tenía los fondos suficientes para defenderlo. Los precios de las acciones de las compañías energéticas rusas cayeron seriamente y los inversores comenzaron a venderlos antes que se depreciaran aún más.
“Putin esperó una semana, se limitó a sonreír en las conferencias de prensa, y cuando el precio de las acciones cayó drásticamente ordenó comprar los activos que estaban en manos de estadunidenses y europeos. Ahora todos los ingresos del petróleo y el gas permanecerán en Rusia y el rublo crecerá por sí mismo, sin tener que gastar las reservas de divisas y oro. Los tiburones financieros europeos quedaron como tontos: en un par de minutos Rusia compró a bajo precio activos de petróleo y gas por valor de miles de millones. Una operación tan increíble no se había visto desde la aparición del mercado de valores”.
¿La más increíble?
El entusiasmo de RT es entendible, pero es un poco exagerado. El antecedente obvio de esa “jugada maestra” de Putin es la otra célebre jugada que protagonizó Nathan Rothschild en la bolsa de valores de Londres el 20 de junio de 1815, cuando en cuestión de horas multiplicó por 20 la vasta fortuna familiar, se apoderó del Banco de Inglaterra y convirtió a su familia en la más rica del mundo.
Primero, vendiendo abiertamente sus papeles, hizo creer a los inversionistas que Napoleón había ganado la crucial batalla de Waterloo, cuando había sucedido lo contrario. Las acciones se desplomaron (pues la derrota de Wellington implicaba la caída del imperio inglés) y él, a través de sus agentes encubiertos, las recompró todas a precios de liquidación.
Ante aquella legendaria jugada de Rothschild, la de Putin queda muy en segundo plano, ¿no te parece? Pero eso no quita que Wall Street esté ligeramente furibunda (si es que efectivamente los hechos son así y no se trata de mera propaganda parabélica).