Grecia y sus balas innecesarias

Guillermo Fárber
Columnas
La peor economía de la zona euro es Grecia
Foto: AP

La situación económica de casi todos los países de la Unión Europea, como la de prácticamente todas las naciones de Occidente, es mala, pero la peor es la de Grecia.

¿Por qué? Básicamente por el tamaño descomunal de su deuda pública. ¿Y por qué debe tanto? Porque su gobierno gastó (y sigue gastando) demasiado. ¿Y en qué gastó (y sigue gastando) tanto? ¿En burocracias obesas y programas populistas como pensiones excesivas y subsidios generalizados a la población tipo Venezuela? Bueno, algo hay de eso, pero no es toda la historia. Buena parte de la deuda pública griega se fue a gasto militar.

“Durante mucho tiempo Grecia destinó 7% de su PIB a defensa, cuando otros países europeos gastaban un promedio de 2.2%. Si sumáramos este excedente de gasto de 5% desde 1946 hasta hoy, Grecia no tendría ningún tipo de deuda pública. Si Atenas hubiera recortado los gastos militares a niveles similares a los de otros Estados de la UE en la última década, habría ahorrado casi 150 mil millones de euros, más que su último plan de rescate. Desde la invasión de Chipre en 1974 Grecia ha gastado 216 mil millones de euros en armamento. Esta cantidad es mucho mayor que la deuda griega en el momento en que se desató la crisis de 2008”.

A pesar de que el gasto militar griego ha disminuido desde el inicio de la crisis, Grecia sigue siendo el segundo mayor gastador en defensa, en relación con su PIB, entre los 27 países de la OTAN, solo después de Estados Unidos.

Paganos y ganones

Ahora una pregunta incómoda: ¿a dónde fue a parar ese dineral? Como decimos los totorames: Cui bono. Ah, ahí está la clave. Esos gastos “incluyen submarinos alemanes, aviones de combate Mirage franceses y aviones F-16 de EU, etcétera”.

O sea, los beneficiarios fueron las industrias militares de Alemania, Inglaterra y EU, y desde luego a sus respectivos banqueros.

¿Y para qué necesitaba Grecia tantas armas? Bueno, no las necesitaba, pero eran fuente de jugosos sobornos para sus políticos.

El caso es que la deuda griega, como muchas otras deudas públicas, es impagable. Los acreedores aducen que la culpa es de los trabajadores griegos, que vivieron durante muchos años “por encima de sus posibilidades”. Los opositores sostienen que el origen fue otro, injusto e inválido: gastos militares excesivos e innecesarios impulsados por la corrupción.

Según Dimitris Papadimoulis, representante del partido Syriza en el Parlamento Europeo, “después del inicio de la crisis económica Alemania y Francia aún trataban de sellar acuerdos muy lucrativos para venderle armas a Grecia, mientras a la vez nos estaban empujando a hacer profundos recortes en áreas como la salud”.

Con ese mandato fue electo Syriza: desconocer la deuda y cancelar la tremenda política de austeridad impuesta por los banqueros acreedores y su aval, el FMI (los famosos “programas de choque” que tan bien conocemos). ¿Qué pasará? Haz tu apuesta, queridolector(a).