Venezuela en el ojo del huracán

Arturo Moncada
Política
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela
Foto: AP

Venezuela, una nación rica en petróleo y recursos naturales, está inmersa desde hace años en una severa crisis económica y social, pero hoy el desabasto de productos básicos, la inseguridad pública, la represión y el encarcelamiento de importantes dirigentes de oposición en condiciones que provocan protestas masivas y la condena de organizaciones internacionales en defensa de los derechos humanos mantienen a ese país bajo tensión permanente.

Una tensión que se ha acelerado desde que Nicolás Maduro asumió hace casi dos años la presidencia de ese país sudamericano.


Ahora Venezuela, a decir de analistas consultados, se encuentra en una situación casi insostenible, pues la ineficacia de la gestión económica por parte del gobierno le ha llevado a un estado de miseria cuya principal víctima es la propia sociedad venezolana.

Desde hace unos meses el gobierno de Nicolás Maduro es cuestionado por observadores independientes, como Amnistía Internacional, por el uso de violencia excesiva de sus autoridades, violaciones a los derechos humanos y agravamiento de la corrupción.

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Si bien a inicios de febrero de 2014 la represión de las autoridades contra las protestas ciudadanas y estudiantiles que en todo el país demandaban una mayor apertura democrática y seguridad pública dejó 43 muertos, este año de nueva cuenta se registran protestas estudiantiles en rechazo a la violencia policiaca y a la ley que autoriza al Ejército a emplear fuerza potencialmente mortal para mantener el orden público.

Hasta el momento, el saldo es de 5 adolescentes muertos.

Crisis

A inicios de febrero de 2014 el líder opositor Leopoldo López, coordinador nacional del partido Voluntad Popular, se entregó a la policía durante una multitudinaria manifestación en Caracas, acusado de instigar a la violencia durante las manifestaciones.

Y este año un operativo con participación de varias decenas de policías derivó en la detención del alcalde metropolitano de Caracas, el opositor Antonio Ledezma, acusado de participar en un supuesto complot golpista.

La crisis política que vive Venezuela rebasa ya sus fronteras, pues diversas voces llaman al gobierno a dialogar con sus opositores mientras el presidente Nicolás Maduro hace oídos sordos.

El escenario internacional da signos de alarma ante los graves acontecimientos que suceden en Venezuela y, por ejemplo, el pasado lunes 9 el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ordenó declarar al régimen venezolano como una amenaza para la seguridad nacional de su país.

¿Qué significa esta orden ejecutiva del mandatario norteamericano? ¿Qué consecuencias tiene para la deteriorada relación bilateral de esas naciones?

El doctor Érick Fernández Saldaña, coordinador de la carrera de Relaciones Internacionales de la Universidad Iberoamericana, explica que “estamos viendo en Venezuela un momento de tensión en distintos niveles, particularmente el de consumo y el de ejercicio de los derechos políticos”.

Añade que “ha quedado pendiente por parte del gobierno del presidente Maduro lograr un mejor cauce en todo lo que se planteó en la administración de Hugo Chávez y buscar un entorno o un siguiente paso para la llamada Revolución Bolivariana de Venezuela.

Pero más allá de esto, que ya ha sido discutido por los medios internacionales en los últimos meses, resulta sumamente importante observar la firma de esa orden ejecutiva del presidente Obama, que se suma a la del 18 de diciembre pasado de 2014 y que se denominó Firma para la Defensa de los Derechos humanos y la Sociedad en Venezuela”.

Esencialmente son sanciones mucho más enunciadas y enumeradas derivadas de seis asuntos principales.

Primero, lo que el gobierno de Washington considera la erosión de las garantías de derechos humanos, un deterioro sustantivo de estos derechos y su protección en todo el territorio venezolano.

Segundo, la preocupación por la persecución a los opositores políticos del régimen de Nicolás Maduro.

Tercero, las restricciones que tiene en su ejercicio la prensa a nivel nacional e internacional.

Cuarto, la violencia y abusos de las autoridades para responder a las protestas de los estudiantes y de otros sectores opuestos al régimen actual en Venezuela.

Quinto, los arrestos arbitrarios y detención de manifestantes contra el gobierno.

Sexto, y último, el incremento de la corrupción del sector público en Venezuela.

Posiciones

Las sanciones impuestas por Estados Unidos han desatado una gran cantidad de respuestas.

Al exterior el presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó que Obama tiene intención de invadir Venezuela.

Para algunos las sanciones dan un nuevo aire a Maduro, quien ha solicitado poderes especiales argumentando la necesidad de enfrentar la orden ejecutiva emitida por Obama y de poder garantizar la defensa de su país.

Maduro ya recibió estos poderes especiales a través del mecanismo constitucional conocido como Ley Habilitante a finales de noviembre de 2013 por un año. Entonces los pidió, dijo, “para llevar a cabo durante 2014 una ofensiva estremecedora contra la corrupción y los especuladores”, una de sus prioridades al ser elegido presidente en abril de 2013.