La vacunación es una medida que salva cada año 2.5 millones de vidas infantiles en el mundo y evita el sufrimiento innecesario que causa una enfermedad, así como discapacidad y muerte, pero si bien ahora se cuenta con inmunizaciones contra 30 padecimientos, por desgracia aún existen 21.8 millones de lactantes en el planeta que no reciben sus vacunas básicas, ya sea por falta de acceso, ignorancia, creencias o modas.
En el marco de la Semana Mundial de la Inmunización, que se celebrará en abril, la Organización Mundial de la Salud (OMS) busca por ello promover uno de los instrumentos más potentes con que cuenta la humanidad en relación con la salud: el uso de vacunas para proteger a las personas de cualquier edad contra las enfermedades.
El Plan de Acción Mundial sobre Vacunas es una hoja de ruta destinada a prevenir millones de defunciones mediante el acceso equitativo a las vacunas, señala el organismo.
Precisa que los países procuran alcanzar para 2020 una cobertura de vacunación de 90% o más a escala nacional (cabe destacar que la erradicación de la poliomielitis se ha fijado como la principal meta). Además, el plan se orienta a impulsar la investigación y el desarrollo de la próxima generación de vacunas.
En México se estima que la cobertura con vacunación alcanza 98%, por lo cual está cerca de recibir la certificación de país libre de sarampión, por no reportarse casos autóctonos desde los noventas.
“Las vacunas son la inversión-costo efectiva de mayor impacto que podemos hacer. La vacunación es un acto de amor, un regalo de vida”, expone Rodrigo Romero Feregrino, secretario técnico de la Asociación Mexicana de Vacunología (AMV).
Advierte que se ha perdido la importancia de la vacunación, donde incluso algunos padres prefieren no inmunizar a sus hijos, lo que provoca que algunas enfermedades reaparezcan. O bien, por falta de recursos niños en India sufren de poliomielitis.
Por otro lado, organismos no gubernamentales como Voces Ciudadanas se pronuncian en favor de que en México se dé el siguiente paso, que consiste en otorgar a la inmunización el rango de derecho humano garantizado sin interrupciones. Es decir, garantizar el acceso oportuno a las vacunas de toda la población que las requiera.
Pilar Collantes, presidenta de esa organización, explica que presentaron la Declaración de Lima por el Derecho a las Inmunizaciones, un documento firmado por organizaciones civiles de América Latina, el cual contiene la propuesta de que se garantice a la población el acceso a la inmunización.
Destaca que proteger a las niñas y niños de enfermedades prevenibles a través de las vacunas debe ser responsabilidad de los Estados, por lo que se requieren mejoras en materia operativa y legislativa para alcanzar el rango de derecho humano garantizado, progresivo e irreversible.
Siglo de la prevención
La vacuna es un preparado muy seguro elaborado con pequeñas muestras de virus o bacterias debilitados, atenuados o destruidos que al ingresar al organismo generan inmunidad contra una enfermedad pues estimulan la producción de anticuerpos. Es decir, capacitan al cuerpo para defenderse cuando los microorganismos lo invaden, explica Rodrigo Romero Feregrino, de la AMV.
Existen cuatro tipos de vacunas: las de virus vivos, donde se usa la forma del virus debilitada (o atenuada). Ejemplo de ello son las vacunas contra el sarampión, paperas y rubéola (triple viral) al igual que la vacuna contra la varicela.
Otro tipo es la elaborada con microbios muertos o inactivados, la cual se elabora a partir de pequeños fragmentos tomados de un virus o bacteria.
Un tercer tipo son las vacunas toxoides, como las vacunas antidiftérica y antitetánica, que contienen una toxina o químico producido por la bacteria o virus.
Y el cuarto tipo son las vacunas biosintéticas, que contienen sustancias artificiales que son muy similares a pedazos de virus o bacterias. Un ejemplo es la vacuna contra la influenza.
Herpes zóster
Hablar de inmunización no se refiere solo a los niños: también los adultos mayores requieren de protección contra influenza, neumonía, tétanos y herpes zóster.
“Uno de los principales retos de los sistemas de salud es que la población viva más y con mejor calidad de vida. En el país existen 11.7 millones de adultos mayores y se estima que uno de cada tres que padeció varicela puede desarrollar herpes zóster”, comenta Clemente Zúñiga Gil, miembro de la Asociación Mexicana de Geriatras.
Advierte que esta enfermedad puede provocar complicaciones severas en los ojos, oídos y la más temida es la neuralgia postherpética. “El herpes zóster afecta más a las mujeres, su autoestima y calidad de vida llega a ser devastadora, pues necesitará de ayuda, cuidados y recursos para recuperar la salud”, menciona el especialista, quien añade que esto se puede prevenir con la vacunación. “Solo se requiere una dosis y se aplica en el brazo”, destaca.
Los expertos recomiendan revisar la Cartilla Nacional de Vacunación y verificar qué vacuna falta por utilizar, acudir a los centros de salud y solicitarla, pues sin duda es la mejor herramienta de la medicina preventiva.