Kurt Cobain: el mito

El suicidio de Kurt Cobain conmocionó al mundo del rock, convirtiéndose en un rápido y trágico epitafio para la generación del grunge.

Pablo Reyes
Columnas
Nirvana
Foto: Creative Commons

El mito nació en la mañana del 5 de abril de 1994, después de que aquel tipo de 27 años, de rubia melena y una seductora mirada casi ausente, se pegó un tiro en la cabeza con una escopeta y su cadáver fue encontrado más tarde por un desconcertado electricista.

El suicidio de Kurt Cobain conmocionó al mundo del rock, convirtiéndose en un rápido y trágico epitafio para la generación del grunge que, como señaló el mismo día de su muerte el periodista de Rolling Stones David Fricke, perdía “a su John Lennon”. Más de dos décadas después el director Brett Morgen desmitifica al líder de Nirvana en el filme Cobain: Montage of heck, el primer documental autorizado por la familia y que se ha estrenado esta semana en Estados Unidos y Europa.

“Creo que la película pone en entredicho lo que la gente piensa de él”, señala el director del documental que muestra el lado más íntimo y solitario del líder de Nirvana, la verdad de Kurt Cobain.

La cinta, que se proyectó en la última edición de la Berlinale y del Festival Sundance, muestra a Kurt Cobain como nunca antes se le había conocido: en la intimidad.

Todo ello gracias a que Courtney Love, viuda del cantante, dio a Morgen la llave de una caja fuerte celosamente cerrada durante años. Una caja con un tesoro formado por decenas de cintas súper 8 y videos en VHS, más de 4 mil páginas de escritos, ideas y pasajes del diario del cantante y casi 200 horas de audio en grabaciones personales, muchas de ellas inéditas.

“Al revisar todo el material encontré a dos tipos: el personaje público y la persona. A mí me interesaba conocer a la persona”, explica Morgen en un comunicado.

El verdadero Kurt

Según Montage of heck, más allá del dios del grunge, perturbado con la fama y rendido a la espiral de la heroína, había una multitud de aristas existenciales que mostraban, en palabras de Morgen, a un “hombre terriblemente complejo”.

Las primeras imágenes caseras revelan a un niño tímido, que hace dibujos alegres y que no se separa de su guitarra de juguete, pero que termina por convertirse en un adolescente marcado por el rechazo.

Un chico que sufre la separación de sus padres y que luego, al terminar en casa del padre porque la madre no se hace cargo de él, no puede convivir con sus hermanastros y acaba viviendo una larga temporada con sus abuelos. Además, su madre intentó frenar su hiperactividad con medicación y el día que le mostró una de sus canciones le aconsejó que se dedicara a otra cosa porque no entendía su música.

“Él hacía música para sentir que no estaba solo”, reconoce su hermana Kim en el documental.

Con su impecable tensión eléctrica y sus modos de inspiración punk, Nirvana captó el desengaño y la frustración existenciales de buena parte de los adolescentes de los noventas, la llamada Generación X, vidas perdidas entre la abundancia del imperio, la sociedad de consumo y el universo de los estupefacientes.