Obsesión inefectiva

Guillermo Fárber
Columnas
Hueconomía
Foto: Ilustración

Hace unos veinte años se criticó mucho la respuesta que le dio el entonces presidente Zedillo a un mendigo que le pedía limosna: “No traigo cash”. Ahora son todos los gobiernos y banqueros centrales del mundo occidental los que quisieran decir algo parecido pero más radical: el cash ya no existe.

El problema que tienen es que su castillo de naipes monetario se les sigue desplomando y el colapso económico final se ve cada día más cercano. A punta de trucos inéditos han logrado demorar el colapso siete años después del terremoto de 2008, pero como miles de voces han advertido hasta el cansancio, no han resuelto nada de fondo. Al contrario, como también se avisó enemil veces, han agravado el problema.


En su desesperación por mantener el statu quo, que beneficia en exclusiva al 0.1% y nos perjudica al 99.9% restante, ya han agotado todas las medidas “ortodoxas”, mientras que sus primeras medidas “heterodoxas” muestran también claros signos de utilidad decreciente. Tal es el caso de QE (Quantitative Easing por cientos de anglotrillones de dólares) y ZIRP (Zero Interest Rate Policy; de hecho ya en terreno negativo).

Ahora los croupiers del casino global intentan ooooootra medida heterodoxa extrema, nunca antes ensayada en toda la historia: la eliminación total del efectivo (cash) en el sistema monetario mundial. Por supuesto, con esta nueva camisa de fuerza totalitaria dicen promover beneficios para la sociedad; en realidad sólo buscan una cosa: mantener su dominio sobre nosotros los humanos “del montón”.

A cashless society

Ya comenzó abiertamente la ofensiva para imponer esta nueva medida. Encabeza la nueva carga de caballería el economista en jefe de Citibank Willem Buiter (66, holandés-gringo-británico), por supuesto doctor en economía de Yale (igual que Zedillo), con paso por los usual suspects de la hidra de mil tentáculos del lavado de cerebro económico: London School of Economics, Banco de Inglaterra, Goldman Sachs.

Por cierto que en abril de 2009 Buiter escribió en su blog que Citigoup era “un conglomerado de las peores prácticas a todo lo ancho del espectro financiero”. ¿Y ahora defiende desde adentro ese nido de víboras en una trinchera de primer nivel? Muy congruente, sin duda. Otra de las ocurrencias de este loco peligroso es sostener que el oro lleva 6 mil años en una burbuja financiera. ¿¡Una “burbuja” de seis mil años!? Ah, caray, habrá que redefinir el término “burbuja”. Por no añadir que Buiter pronostica la salida forzada de Grecia de la Unión Europea desde 2010, etcétera.

Los coletazos del agonizante dinosaurio monetario global son cada día más delirantes, furiosos e imprevisibles. Es un ogro drogado que se sabe moribundo y está dispuesto a reventar al mundo entero antes de eso. Que su paladín sea ahora un desquiciado del tamaño de Buitler, no lo hace menos peligroso.