Académicos reprueban a la reforma electoral

Antonio Caporal
Expertos hablan de reforma electoral
Foto: Revista Vértigo

Expertos de la UNAM y del Colegio de México señalan que la reforma electoral de 2014 debe corregirse porque ella provocó sobrecarga de trabajo a la autoridad electoral, sobrerregulación de los procesos, centralización, costos más elevados de la organización de los comicios, inequidad y hartazgo del modelo de comunicación política.

Congregados en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM para analizar el Efecto de la Reforma de 2014 sobre el Proceso Electoral, investigadores de ambas instituciones piden, además, cambiar las reglas para evitar problemas en las elecciones de 2018.

Jacqueline Peschard, investigadora de la UNAM dice que uno de las principales puntos que debía atender el nuevo ordenamiento jurídico es reducir el costo de los procesos electorales y esto no ocurrió, de hecho, dice, “ahora cuestan más” dichos procesos.

También critica que en la reforma de 2014 se haya insistido en sobrerregular “como si poniendo candados se pudieran exorcizar las violaciones a la ley de parte de los actores políticos, cuando bien sabemos que los actores políticos siempre encuentran atajos para precisamente evitar los candados”

Sobre el modelo de comunicación política, si bien este se remonta a la reforma electoral de 2007, la investigadora universitaria también formula algunas críticas: la primera de ellas por los más de 40 millones de spots que se trasmitieron “ya no sólo en temporada de campaña, sino en lo que llaman precampaña e intercampaña, que al final provocaron hartazgo y estuvieron lejos de motivar la participación ciudadana”.

La otra critica sobre el modelo de comunicación tiene que ver con el hecho de que se dio al INE la facultad de ordenar el retiro de algún spot: “Es un problema que la ley permita que la autoridad electoral se meta en los contenidos de los mensajes de los partidos”.

Leonardo Valdés Zurita, investigador del Colmex y quien fuera consejero presidente del IFE, afirma que al crear el INE “se escogió el peor de los mundos posibles”.

Y explica: “Se trataba de crear un organismo electoral que se encargara de todos los procesos y la propuesta se quedó a la mitad del camino. La creación del INE, en términos de arquitectura institucional, es barroca, provoca problemas de coordinación, aunque hay que reconocer que las cosas salieron bien”.

Por otro lado, dice, ya es urgente considerar el establecimiento de la segunda vuelta en los comicios, pues hemos visto que el voto está muy fraccionado y aquellos que obtienen el triunfo lo hacen con porcentajes muy bajos:

César Austudillo, investigador de la UNAM experto en Derecho Electoral, señala que con las más recientes reformas (2007 y 2014) “hemos hecho de la autoridad electoral algo muy distinto a lo pensado en 1990; hemos distorsionado su naturaleza”.

Dice que le preocupa que el INE se encuentre “sumido en la sobrerregulación de los procesos electorales”. Resalta que al haber nacionalizado los procesos electorales también “se nacionalizaron los problemas y como ejemplo ahí están las complicaciones en el estado de Guerrero”.

El investigador universitario ve bien el tema de la equidad de género en las contiendas, pero ahora, dice, se debe buscar que las mujeres que sean postuladas y que ganen elecciones estén bien preparadas y “no que hayan llegado al cargo porque los partidos no tenían a quien postular y acabaron registrando a esposas, hermanas o novias de los dirigentes para cumplir con la cuota de género”.

Finalmente, César Astudillo afirma que los problemas que generan las reformas electorales se debe a que “a la clase política le hace falta responsabilidad política, le hace falta cultura política y le hace falta talante democrático. Mientras eso no lo construyamos podemos tener los mejores órganos electorales y las mejores reglas pero no habrá resultados satisfactorios”.