Grecia y la Unión Europea

Gabriela Guajardo
Columnas
Grecia 2015
Foto: AP

El pasado 5 de julio más de la mitad de los ciudadanos griegos votaron en contra de aceptar una propuesta de los acreedores del país que incluía severas medidas de austeridad a cambio de ayuda financiera.

La reacción de Alemania evidentemente no fue positiva: el vicecanciller germano y líder del Partido Socialdemócrata, Sigmar Gabriel, señaló que Grecia había elegido rechazar las reglas básicas de la eurozona y, por lo tanto, ya no existían condiciones para seguir negociando programas millonarios con el país heleno.

Asimismo, los diputados del partido de la canciller Angela Merkel han sido más severos y afirman que la opción más justa para el resto de los países de la Unión Europea (UE) es que Grecia salga del euro.

Sin embargo, Francia y el resto de los países de la UE dieron cabida a la posibilidad de continuar las negociaciones y dar más peso al fortalecimiento de la integración europea, que desde 2008 está sumergida en una situación compleja.

Parece que la salida griega de la zona euro es igual de probable que una aceptación a un tercer rescate con nuevas condiciones de austeridad, pero ahora diseñadas por el gobierno de Alexis Tspiras —que finalmente fue lo que se logró con el referéndum.

El gobierno griego presentó el miércoles una propuesta en la cual solicitó un crédito de tres años al fondo de rescate de la Unión Europea. A cambio, el primer ministro Tsipras prometió reformas económicas. Sin embargo, al momento de escribir este texto quedan pendientes los detalles y habrá que esperar la reacción de los líderes europeos.

¿Proyecto en crisis?

Más que un riesgo para los mercados financieros y los principales países e instituciones acreedoras de la UE, si Grecia queda fuera de la eurozona los principales afectados serían sin duda ellos mismos.

Sin embargo, también se vería afectado el proyecto de una Europa unida, solidaria y en paz que tanto se discutió en la era de la posguerra.

El Grexit sería un golpe duro para la UE y la figura de integración y unidad que esta representa en el continente.

Por último, habría que tocar un punto interesante que resalta el referéndum griego: la poca aprobación que los líderes de la UE tienen entre los jóvenes. Según una encuesta de Antenna News 67% de las y los griegos menores de 35 años decidieron votar por el “No”. En 2014 Gallup demostró que los jóvenes de 15 a 30 años en Chipre, Grecia, Italia y España eran los que menos aprobaban (19-30%) los liderazgos de la UE. Y esto no es difícil de entender, pues las nuevas generaciones en esos países han crecido en medio de desempleo y medidas de austeridad.

La legitimidad de la UE pasa por momentos difíciles y es preocupante que sea entre las nuevas generaciones donde menos credibilidad encuentra. Sea cual sea la decisión de este domingo, la UE está en un momento crucial, donde un reajuste interno y un cambio en sus estrategias políticas y operativas sería recomendable… si el proyecto de integración europea quiere superar el cambio generacional que se avecina.