Polémica por nuevo etiquetado en alimentos y bebidas

Lorena Ríos
Política
Nuevo etiquetado
Foto: Cuartoscuro

En México, este 1 de julio entró en vigor el nuevo etiquetado obligatorio y frontal para 32 mil alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasadas, cuyo objetivo es informar al consumidor sobre las calorías, porcentaje de grasas, sal y azúcar que contiene cada producto.

Sin embargo, Organizaciones No Gubernamentales rechazan este etiquetado: afirman que no es comprensible para la población, además de que no atiende recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y promueve la ingesta de altas cantidades de azúcar, lo cual es un riesgo para presentar sobrepeso, obesidad y diabetes.

De hecho, el asesor jurídico de El Poder del Consumidor (EPC), Javier Zúñiga, da a conocer que está por ello en proceso un amparo presentado ante un Juzgado de Distrito con el cual esperan conseguir que la norma aprobada por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) “se declare inconstitucional” y se emitan nuevos lineamientos que eviten el consumo de alimentos no saludables.

En tanto Vidal José González, presidente de la Asociación Nacional de Cardiólogos al Servicio de los Trabajadores del Estado (Ancissste), dice comprender que “tanto la Cofepris como la Secretaría de Salud, las organizaciones civiles, los médicos y la industria alimentaria tengan opiniones encontradas, pero es importante recalcar que antes de esto no había forma de saber qué cantidad de azúcar, sal o grasa estábamos consumiendo. Me parece que el etiquetado es un avance, aunque no es el ideal. Con el tiempo nos vamos a enterar de si tuvo un efecto en el descenso en la prevalencia de sobrepeso y obesidad”.

México, que ocupa el segundo lugar en obesidad, solo después de Estados Unidos, implementa una estrategia de amplio alcance para abordar el problema, incluyendo acciones para elevar la conciencia pública, mejorar la atención médica, regular el etiquetado y la publicidad de alimentos para niños, así como gravar alimentos y bebidas potencialmente dañinas para la salud, reconoce el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría.

En ese tenor, el estudio Enfermedades cardiovasculares y diabetes: políticas para una mejor salud y calidad de la atención, elaborado por la OCDE, identifica como parte esencial del problema en México los altos niveles de sobrepeso y obesidad que imperan (38.8 y 32.4%, respectivamente).

El reporte destaca que “la tasa de mortalidad dentro de los 30 siguientes días a la hospitalización por ataque al corazón es la más alta con 27%, es decir, tres veces mayor que el promedio registrado por los 34 países que integran dicho organismo, que alcanza 7.9 por ciento”.

Arranca

Mikel Arriola, comisionado federal de la Cofepris, precisa en tanto que todos los alimentos procesados deberán tener al frente una serie de cuadros informativos que detallen la cantidad de calorías, grasas saturadas y azúcares que contiene cada producto.

“Las virtudes básicas del nuevo etiquetado son, primero, que muestra el total de calorías que contienen los productos, el aporte calórico por fuente nutrimental y el porcentaje de nutrimentos diarios basados en una dieta de dos mil calorías; después, que proporciona clara y contundentemente información de la cantidad y de las principales fuentes de aporte nutrimental; son grasa, sodio y azúcar las que están asociadas con problemas de obesidad”, indica.

Las nuevas etiquetas deberán estar en más de 32 mil productos con el propósito de que los consumidores conozcan cuántas calorías ingieren, comparen y decidan cuáles son mejores para su salud.

Hasta el momento, poco más de 50% tiene ya esta información y se prevé que el resto deberá hacerlo en cuanto se vaya agotando el inventario.

El funcionario destaca: “Queremos que en la producción de estos productos el incentivo sea usar menos sales, usar menos grasas, menos azúcares; por eso se establece un esquema de incentivo positivo para que esto vaya sucediendo. Seguramente a mediados del año que viene podremos tener un buen corte de cómo bajaron los portafolios en estos nutrimentos y eso nos va a decir también mucho respecto del éxito de este distintivo”.

Profunda preocupación

Sin embargo, quienes lo rechazan afirman que el etiquetado avalado por la Cofepris induce a los consumidores a creer que una ingesta diaria de 360 kilocalorías (90 g) de azúcar es la recomendada; es decir, 18 cucharadas cafeteras, lo que puede contribuir a agudizar la epidemia de obesidad y diabetes en México.

Desde 2003 la OMS recomiendaun máximo tolerable de azúcar añadido a 100 kilocalorías, lo que equivale a cinco cucharadas cafeteras, señala un documento firmado por un grupo de expertos internacionales, el cual se entregó al presidente Enrique Peña Nieto.

Al respecto Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, expone que el nuevo etiquetado es difícil de entender y tiene criterios que contravienen las recomendaciones internacionales, por lo cual representa un alto riesgo para la salud de los mexicanos.

Además, dice, contradice el objetivo de la OMS de reducir el consumo de azúcares añadidos en los hábitos alimenticios con el fin de prevenir riesgos de enfermedades no transmisibles.

Añade que el nuevo etiquetado eleva el riesgo de obesidad y diabetes en los mexicanos, puede hasta anular los beneficios del impuesto a las bebidas azucaradas y aumenta el riesgo de consumir azúcares añadidos.