Los 10 precandidatos del Partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos realizaron el primer debate, rumbo a las elecciones de 2016.
En un tono combativo desde el principio, el magnate Donald Trump captó los reflectores el jueves en el primer debate por la candidatura republicana a la presidencia, al declarar que no se comprometería a respaldar al nominado y no descartaría postularse como candidato independiente.
“No haré una promesa en este momento”, afirmó. Y también se negó a disculparse por comentarios insultantes sobre las mujeres, al decir: “El gran problema de este país es ser políticamente correcto”.
Jeb Bush afirmó que, en tanto que comprende a los migrantes que llegan a Estados Unidos para trabajar, el gobierno también necesita tener más control en su fronteras. Agregó que los migrantes ilegales deberán cumplir con una serie de requisitos.
De manera opuesta, Trump reiteró que el gobierno de México -al que calificó de “inteligente” y “astuto”- envía a criminales a EU y que tiene “pruebas” de ello, aunque no las mostró.
El senador Marco Rubio se pronunció a favor de un muro en la frontera sur entre EU y México, aunque afirmó que se deben tomar todas las precauciones para evitar túneles como el que Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, construyó para escapar del Penal de El Altiplano.
En general, el debate careció de momentos controversiales mientras se debatían las posibles medidas en torno a la política fiscal, economía, aborto y política exterior.
El nombre de Hillary Clinton, precandidata Demócrata a la presidencia, salió a relucir varias veces durante el debate como objeto de crítica.