Grupos de manifestantes salieron el domingo a las calles de ciudades y pueblos de Brasil para protestar en contra del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.
Las protestas, convocadas principalmente en las redes sociales por una serie de organizaciones, fustigan a la mandataria.
El segundo periodo en el gobierno de Roussef recibió los golpes de un creciente escándalo de corrupción que involucró a políticos de su Partido de los Trabajadores, así como por una economía vacilante, la depreciación de la moneda y el aumento de la inflación.
Los analistas políticos creen que la concurrencia a las manifestaciones del domingo podrían determinar el futuro del movimiento de protestas.
Las manifestaciones se llevaron a cabo en cerca de 16 estados, incluyendo la metrópolis amazónica de Belem, Recife, en el noreste; y en Belo Horizonte, en el centro del país.