Presupuesto 2016: gastar menos y mejor

El objetivo del presupuesto base cero es ajustar y modificar políticas públicas que ya no corresponden a la realidad del país.

Ángel Hernández
Política
Luis Videgaray
Foto: NTX

Luis Videgaray Caso, secretario de Hacienda y Crédito Público, entregó a la Cámara de Diputados el Paquete Económico 2016 este 8 de septiembre de 2015.

El objetivo del presupuesto base cero es ajustar y modificar políticas públicas que ya no corresponden a la realidad del país y a partir de la sensible baja en los ingresos de las finanzas del país como consecuencia de la disminución en el precio internacional del petróleo.

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Coyuntura

El proyecto de presupuesto para el siguiente año incluye condiciones muy diferentes a las que han prevalecido durante al menos los últimos 15 años, como producto de la coyuntura económica a nivel mundial, detalló el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso.

“Al igual que el resto del mundo, nuestro país enfrenta condiciones económicas muy particulares, complejas, que sin duda representan un relevante desafío”, aseveró Videgaray.

El responsable de las finanzas públicas coincidió con el jefe del Ejecutivo en el sentido de que el proyecto de presupuesto para el siguiente año no prevé aumentar los impuestos ni la deuda, tampoco aplicar IVA a medicinas y alimentos.

Para compensar la disminución en la cotización del energético, abundó, el gobierno tiene tres caminos: subir los impuestos, endeudarse o apretarse el cinturón, de los cuales el presidente Enrique Peña Nieto decidió ajustar el gasto.

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Prudencia

Videgaray Caso señaló que el proyecto de presupuesto que se enviará al Congreso de la Unión prevé que el precio de la mezcla mexicana de petróleo sea de 50 dólares por barril, gracias a las coberturas petroleras.

“El gobierno de la República concluyó la contratación de las coberturas petroleras para 2016 y logramos fijar el precio del barril en 49 dólares —el miércoles 2 anterior cerró en 40.66—, por lo que el proyecto presupuestal lo fija en casi 50 dólares”, indicó.

El funcionario federal hizo énfasis en señalar que en el tema de los ingresos petroleros hay que ser extremadamente responsables porque sería un error hacer “cuentas alegres’” con base en que la meta de la producción petrolera de 2.4 millones de barriles en 2016 tendrá una estimación menor, en tanto que la paridad peso-dólar sería superior, luego de los 14.5 pesos en que se fijó el precio de la divisa norteamericana en el anteproyecto.

Asimismo descartó dar marcha atrás en el contenido de la reforma hacendaria vigente. De ahí que no habrá flexibilización ni en las tasas ni en el régimen de deducciones.

“¿Cómo vamos a perder pesos cuando está cayendo el precio del petróleo?”, cuestionó. “La reforma se sostiene por convicción y por necesidad”.

Videgaray sostuvo que la reforma cumplió sus objetivos, pues se redujo a 18% la dependencia de los ingresos petroleros y la base de contribuyentes creció en doce millones.

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Reingeniería

Para el secretario de Hacienda las condiciones económicas y financieras internacionales que llevaron a recortar el gasto de este año en 124 mil millones de pesos prevalecerán en los próximos ejercicios, por lo que el gobierno federal decidió emprender una reingeniería presupuestal.

Lo anterior implica, explicó, rediseñar totalmente la manera en que hasta ahora la Federación ha elaborado —y el Congreso de la Unión aprobado— los presupuestos de cada año.

“El diseño y aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación había seguido una mecánica inercial, en la que casi nueve de cada diez pesos ya estaban previamente comprometidos o preasignados para cumplir obligaciones de deuda, gastos operativos y de programas existentes”, dijo.

Es así que la elaboración de la propuesta gubernamental del Presupuesto de Egresos de la Federación para 2016 se hizo “bajo una lógica distinta a la que ha prevalecido por lo menos en la última década”.

A partir del próximo año, reiteró, el presupuesto ya no podrá ser inercial; es decir, en el que se toma como base el presupuesto del año anterior y se hacen modificaciones marginales.

“La realidad exige una revisión completa de la forma en que gastamos los impuestos e identificar duplicidades, programas que no cumplen con los propósitos de rentabilidad social o que tienen impactos regresivos en el ingreso y la riqueza de los mexicanos”, apuntó.

“Borrón y cuenta nueva”

De acuerdo con especialistas el término base cero no es otra cosa que un “borrón y cuenta nueva”, un documento con estimaciones sin rangos ni escenarios, en tanto que el rediseño del presupuesto busca realizar un recorte de aquellos programas que se consideran ineficientes o que no han servido para lo que fueron creados, además de eliminar la duplicidad de funciones o excesos de gasto no justificado.

Se trata, coinciden, de una respuesta del gobierno ante la baja en los precios del petróleo y de los ingresos que al menos durante los próximos cinco años tendrán las finanzas públicas por este motivo.

Según establece nuestra Constitución, la Ley de Ingresos debe ser aprobada a más tardar el 30 de octubre, en tanto que la fecha límite para avalar el Presupuesto de Egresos es el 15 de noviembre.

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Ajustes

Ángel Mejía, titular de la Unidad de Evaluación de Desempeño de la Secretaría de Hacienda, informó que el gobierno federal propone una disminución de 22% en el número total de programas de la Estructura Programática del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2016.

Explicó que en 2015 se registraron 1,097 pero para la integración de la propuesta que se entregó al Congreso el pasado 1 de julio se realizó un análisis de 851 programas presupuestarios con los que cuentan los ramos administrativos y las entidades de control directo.

Lo anterior, explicó, con el fin de identificar complementariedades, similitudes y/o duplicidades en los objetivos y alcances.

De esta forma, añadió, se eliminaron programas cuyos montos no son considerables o, en su caso, ya no tenían recursos, además de la creación de otros cuatro, dos para el sector salud y dos para el educativo, con lo que se crean el Programa Nacional de Inglés y el Programa Nacional de Convivencia Escolar.

En síntesis, dijo, 261 programas presupuestarios se fusionaron en 91; se resectorizaron siete; se eliminaron 56 y se crearon los cuatro ya mencionados.

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