¿“Efecto China”?

Guillermo Fárber
Columnas
De la crisis financiera global en desarrollo la consigna es culpar a China
Foto: Creative Commons/PRC Flag

De la crisis financiera global en desarrollo (que promete convertirse en un megacolapso en las próximas semanas o meses), la consigna es culpar a China, como antes culparon a México o a Argentina o a los dragones asiáticos o a Rusia o a cualquier otra víctima. Recuerda el refrán modificado: Tanto peca el que mata la vaca, como la vaca.

Pero el asunto es más complicado que ese viejísimo ardid reduccionista de encontrar siempre a un chivo expiatorio que pague por los pecados propios y también por los ajenos. Es verdad que China participa de la “culpa”, pero esa no es toda la verdad. En el escenario geopolítico no hay tal cosa como un país “inocente”. Así que veamos el ciclo completo, no solamente una parte.

¿Por qué China comenzó a reducir su gigantesca producción, lo que a su vez redujo drásticamente el ritmo de crecimiento de su PIB? ¿Por qué sus mega-megaburbujas (inmobiliaria, crediticia, bursátil, etcétera) comenzaron a reventar justo ahora? ¿Por qué comenzó a sufrir un desplome en su mercado bursátil? ¿Por qué decidió devaluar su moneda, desestabilizando así a toda la economía mundial, en la ya abierta guerra mundial de divisas? ¡Como una medida desesperada para estimular sus exportaciones decrecientes!

Pero tampoco compremos la tempestad en el vaso de agua que nos quiere vender The Wall Street Journal. La devaluación china es de 7%. Otros países marcan cifras mucho mayores. Redondeo: Taiwán 8%, Sudcorea 10%, Filipinas 13%, Singapur 15%, Tailandia 17%, India 19%, Polonia 21%, Malasia 22%, México 23%, Hungría 25%, Indonesia 27%, Chile 28%, Sudáfrica 33%, Turquía 36%, Colombia 39%, Brasil 41% y, por supuesto, la campeona Rusia con un espléndido 52 por ciento.

¿Pero el Casino se aplaude por mandar al sótano al rublo ruso y se enfurece porque los chinos le dan un calambrito a su yuan? Mí no entender.

La cadenita

Si sus consumidores de Occidente comenzaron a reducir sus compras de productos manufacturados chinos, China se vio forzada a comenzar a reducir sus compras de materias primas de sus proveedores usuales (Brasil, Australia, Canadá, maderas, carbón, hierro, etcétera), con los cuales fabricar sus productos de exportación. A su vez, obviamente, estos países sufren un impacto directo en sus ventas internacionales, lo cual los obliga a “devaluar competitivamente”. Etcétera.

¿Ves la cadenita? Entonces, culpar a uno solo de los eslabones de todo el despapaye es más que injusto; es erróneo. No nos hagamos tontos, esto es un desplome mundial, no el capricho opcional de un país mal portado como nos quieren hacer creer los “expertos” de los medios financieros.

Pero si insistimos en señalar a un “culpable”, ¿por qué no apuntar hacia los consumidores finales que redujeron sus compras de exportaciones chinas? ¿Por qué no señalar al desplome del castillo global de crédito que nos han hecho creer que es “dinero” y no es más que deuda, pasivos que nos hacen tragar como “activos”?

Bueno, porque eso no sería políticamente correcto, ¿no?