Médicos sin Fronteras (MSF) anunció, este domingo 3 de octubre, la suspensión de sus actividades en Kunduz, Afganistán, luego de la muerte de al menos 12 de sus empleados y otras 7 personas en el bombardeo de un centro médico.
Los ataques aéreos de Estados Unidos del sábado 2 de octubre alcanzaron un hospital dirigido por la organización Médicos Sin Fronteras en la ciudad afgana de Kunduz, indicó un portavoz de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
El presidente de MSF, Meinie Nicolai, aseguró que las fuerzas internacionales habían sido informadas de la exacta localización del hospital, por lo que no se puede aceptar que el incidente sea considerado como daño colateral
“Entre los muertos en el ataque, 3 eran niños que se encontraban ingresados en el centro de salud. Otras 37 personas resultaron heridas. Los pacientes que se encuentran en estado crítico han sido transferidos hacia otros establecimientos médicos. Ningún empleado de MSF sigue trabajando en el hospital”, comentó Meinie Nicolai
El establecimiento de MSF era el único centro de salud capaz de tratar heridas de guerra en la ciudad afgana, donde la población civil sufre las consecuencias del conflicto que opone las fuerzas de la coalición internacional comandada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a los rebeldes talibanes.
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