Pulso entre CNTE y SEP

Una vez más la CNTE demostró su fuerza en el sur del país y en particular en el estado de Oaxaca, donde el paro fue generalizado.

Sergio Sarmiento
Columnas
CNTE
Foto: NTX

Es un pulso cada vez más intenso. La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación convocó a lo que pretendió sería un paro nacional de maestros el lunes 12 de octubre. El propósito era mostrar su fuerza y doblegar a la Secretaría de Educación Pública y al gobierno federal para obligarlos a cancelar la reforma educativa.

Una vez más la CNTE demostró su fuerza en el sur del país y en particular en el estado de Oaxaca, donde el paro fue generalizado. Los maestros oaxaqueños no solo dejaron de acudir a las aulas sino que además realizaron bloqueos en vías de comunicación en el estado, con lo que causaron daños importantes a la actividad económica de la entidad y de cientos de miles de oaxaqueños.


Estas protestas, que buscan hacer el mayor daño posible a los ciudadanos que no tienen nada que ver en el tema, se han hecho cada vez más comunes en Oaxaca y en el resto del país.

En otros estados de la República, sin embargo, el éxito del paro fue muy limitado o inexistente. En la Ciudad de México, a pesar de que la sección novena del sindicato forma parte de la CNTE, la manifestación que se organizó sobre el Paseo de la Reforma tuvo modesta participación. La SEP anunció posteriormente que 94% de las escuelas del país trabajaron de manera normal. A nivel nacional, el paro fue un fracaso.

Límites

Pero el pulso entre la SEP y la CNTE no ha terminado. Este 14 de octubre la SEP anunció que descontaría a más de 85 mil maestros el pago del día 12 en que se ausentaron de las aulas sin justificación. Algunos docentes, como los del Distrito Federal, están acostumbrados a los descuentos que ordenan las autoridades educativas cuando acuden a manifestaciones o plantones en lugar de asistir a clases. Pero en Oaxaca nunca se habían hecho descuentos a los maestros: la Sección 22 del sindicato tenía un control total del Instituto Estatal de Educación Pública, por lo que sus inspectores, supervisores y directores de escuelas no se atrevían a registrar las faltas de los maestros.

Esta será la primera vez que se aplique un descuento en el salario de los maestros oaxaqueños. Los dirigentes de la Sección 22, encabezados por el secretario general Rubén Núñez, han menospreciado los descuentos y señalan que estos no amedrentan a los maestros. Pero quizá se refieran nada más a los líderes, que tienen ingresos muy altos debido a que ocupan varias plazas a las que nunca se presentan a trabajar y que efectivamente no son afectados por los descuentos. La enorme mayoría de los maestros, especialmente en Oaxaca, viven al día y el descuento de una jornada puede ser importante.

Las dos partes en el conflicto están llegando a situaciones límite. La CNTE se juega no solo la reforma educativa sino su propia capacidad de actuar como una organización separada del resto del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Los descuentos por faltas disminuirán su capacidad de convocatoria, sobre todo si no tiene ningún éxito que mostrar a cambio. Miles de maestros que hoy se sienten aterrados ante las amenazas de los líderes sindicales, empezarán a dejar de acudir a las manifestaciones si saben que esto les costará dinero.

Para el gobierno mantenerse firme es también importante. La educativa es quizá la más importante de todas las reformas del actual régimen. Si se ve obligado a retractarse, no podrá seguir impulsando el resto de las reformas. El pulso entre la CNTE y la SEP no deja espacio para que ninguna de las dos partes se rinda.