En medio de la crisis más severa que ha enfrentado el Partido de la Revolución Democrática (PRD) llega a su dirigencia nacional un hombre que, como estudioso de la política, conoce bien la teoría de cómo se compite por el poder y cómo se ejerce este, además de poner sus conocimientos en práctica: prueba de ello es su reconocida trayectoria como legislador, funcionario público, dirigente partidista y asesor político.
Agustín Basave Benítez es la mejor opción que los consejeros nacionales del partido del sol azteca encontraron para encabezar los trabajos de cara a los comicios locales de 2016, en los cuales se elegirán gobernadores, alcaldes y diputados.
En entrevista con Vértigo el nuevo presidente nacional perredista asume que además de encarar los procesos electorales debe iniciar la recomposición del partido, mantener la cohesión interna, devolverle la identidad y hacer de este una opción atractiva para los electores; ello sin olvidar que lo debe reposicionar como un claro opositor al régimen.
En su austero despacho del piso 8 de la sede nacional del PRD, en la zona poniente de la Ciudad de México, el dirigente perredista habla también de su simpatía hacia la ideología socialdemócrata, así como de los que él considera los principales cánceres de México: la corrupción y la desigualdad.
Tareas
Agustín Basave fue postualdo por la dirigencia nacional del PRD como candidato a diputado federal por la vía plurinominal en los comicios del pasado 7 de junio y así llegó a la actual LXIII Legislatura. Pero la crisis que se desató al interior del partido obligó a la renuncia de Carlos Navarrete y él fue impulsado para asumir la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional.
Muchos al interior del partido, pero sobre todo los consejeros nacionales, vieron en él la mejor opción para sacar al PRD de la crisis.
—¿Cómo encuentra al PRD?
—En una coyuntura crítica, pero con una gran fortaleza en términos de militancia. Todavía tenemos una gran cantidad de militantes: hay alrededor de cuatro millones y medio de afiliados en el país y eso le da al partido fortaleza. Y eso nos da también una plataforma de despegue, porque en efecto estamos en una situación desfavorable, no hay que negarlo sería absurdo hacerlo, pero tenemos que reconocer que tenemos una buena plataforma.
—¿Cuál es la tarea inmediata que debe llevar a cabo?
—Lo inmediato son las elecciones. Tenemos a la vuelta de la esquina 13 gubernaturas en juego. Hay que afrontarlas con inteligencia y con campañas bien planeadas.
Basave añade que al mismo tiempo que debe trabajar en el terreno electoral tiene enfrente otro gran asunto que no puede esperar: “Empezar la transformación del partido, lo que yo llamo el renacimiento del PRD. Y bueno fuera que pudiéramos ir paso por paso, pero no tenemos tiempo: hay que hacerlo simultáneamente”.
El politólogo explica que son tres los retos que los perredistas tienen enfrente: “El desafío de la unidad, el de la identidad y el de la ética”.
El de la unidad, dice, “es evidente: este es un partido de corrientes, es un partido que tiene fuerzas centrífugas y hay que cohesionarlo, hay que crear lo que yo llamo un acuerdo en lo fundamental, un nuevo consenso ideológico, un nuevo consenso programático y un nuevo consenso estatutario para que se cohesione el partido”.
Indica que todos deben comprender que la lealtad del militante del partido primero es hacia el propio partido y luego hacia su corriente y no al revés: “Nos debe quedar claro que el adversario está afuera, son los de otros partidos políticos contra los que vamos a competir; no lo son nuestros compañeros, así militen en otras expresiones perredistas”.
El segundo desafío, señala, es el de la identidad: “Tenemos una crisis identitaria, la cual deriva de hechos como el habernos desdibujado cuando se da la escisión que da nacimiento a Morena. La gente no tiene claro quién es quién; además, los escándalos de corrupción nos han afectado”.
A su juicio, todo lo anterior les ha generado una imagen difusa frente al electorado: “Si ves los resultados electorales del pasado 7 de junio vas a encontrar que el número de votos obtenidos por el PRD es similar al número de afiliados que tenemos, lo cual nos indica que muy poca gente fuera del PRD votó por este partido; y a su vez nos dice que no está claro qué representamos, o bien que lo que para la gente representamos no es atractivo”.
Agustín Basave asevera que tienen que decir a la gente claramente “quiénes somos, qué representamos y en qué nos distinguimos de las otras opciones partidarias: somos una izquierda democrática, propositiva, respetuosa del Estado de Derecho; somos un partido de oposición, porque estamos en contra de lo que está haciendo este gobierno”.
A su juicio el gobierno federal “actúa con corrupción e ineptitud” y por ello los perredistas deben ser una oposición clara e inequívoca, pues todo eso forma los razgos identitarios que necesitan.
Depuración
El nuevo presidente nacional del PRD asegura que el reto más difícil que vislumbra es el de la ética política, el de la depuración del partido: “Eso es lo más complicado no solo en el PRD sino también en el PRI, en el PAN y en México”.
Y expone: “He dicho, y lo reafirmé en mi discurso de toma de posesión, que más vale perder una clientela que ganarnos el repudio popular. ¿Por qué digo eso? Pues porque si tú expulsas a un líder corrupto vas a perder una clientela: representa gente; vas a perder votos, apoyo; pero también vas a ganar apoyo de la gente; y yo digo que es más lo que ganas que lo que pierdes”.
Reconoce que el asunto no es tan fácil y, por supuesto, tampoco es inmediato: “Mira, yo no prometí, ni puedo hacerlo, llegar con una varita mágica y limpiar todo; nadie lo puede hacer en ningún partido político en el mundo. Yo dije: ‘No debe haber cabida para los corruptos’. ¿Qué quiere decir eso? Que debemos crear las condiciones para que poco a poco se les estrechen los espacios. Ya están diciendo: ‘Va a correr a todo mundo’. No. Vamos a desarrollar un trabajo inteligente, cuidadoso, para ir depurando el partido. Hay que poner las cosas en su dimensión”.
Ideología
Agustín Basave explica que en México la izquierda durante varios años tuvo un proceso de unificación, primero en torno del PSUM y luego del PMS, hasta llegar al PRD.
Resalta que la unión de la izquierda se consolidó con el liderazgo de Cuauhtémoc Cárdenas: “Eso fue lo que nos tuvo unidos. Podrías discrepar de todos, pero todos estaban con Cuauhtémoc. Después se configuraron las corrientes y luego otro nuevo liderazgo, el de Andrés Manuel López Obrador. Y ese fue otro punto de cohesión del partido. Igual seguimos discrepando, pero allá arriba estaba el líder y con él todos estábamos de acuerdo”.
Ahora, indica, “ya se fueron los dos, ya no hay un líder carismático, histórico, ya no hay un caudillo —y no lo digo en sentido peyorativo—; ahora tenemos que pensar cómo unir al partido”.
Para él la cohesión es un gran reto, porque el partido está conformado por personalidades y militanes de las muy diversas corrientes ideológicas que se identifican con la izquierda: “La socialdemocracia es mi ideología. Yo soy socialdemócrata. Pero las etiquetas a veces complican las cosas y no quiero imponer mi ideología al partido. Muchos estarán de acuerdo conmigo, pero quizá no con la forma en la cual yo la entiendo. Lo que quiero decir es que como ya no hay estos liderazgos históricos que unificaban al partido, hoy la amalgama, el pegamento, debe ser el consenso ideológico, el consenso programático y el consenso estatutario”.
Alianzas
En los últimos días el presidente nacional perredista ha sido objeto de múltiples señalamientos debido a sus declaraciones en torno del tema de las alianzas electorales. A su parecer, sus pronunciamientos no han sido debidamente analizados o bien las críticas hacia su persona se han hecho “por encargo”.
—¿En qué sentido se plantean las alianzas electorales?
—Hay dos factores que nos llevan a las alianzas: uno es la realidad y el otro es la normatividad del partido; es decir, el mandato que nos dio el Congreso.
El realismo, agrega, “nos dice que estamos en una situación complicada y que en los 13 estados donde habrá elecciones no tenemos una posicion de clara mayoría o de clara ventaja. Y cuando yo digo eso todos expresan: ‘¡Qué barbaridad!’, ‘¡Ya reveló que su partido no es competitivo!’ Y entonces ‘¡qué terrible!’, como si fuera un secreto de Estado. Pues sí: ahí están las encuestas, todo mundo las conoce y sabe cómo está la correlación de fuerzas en los estados. Ah, pero cuando yo lo declaro todo mundo se sorprende”.
En este sentido, el dirigente nacional perredista añade: “La realidad es que somos competitivos en Oaxaca, Tlaxcala y Zacatecas, pero en los demás estados estamos en una situación más complicada. Allí están los números, ni modo que diga que el PRD está más fuerte que nunca y vamos a ganar en los 13 estados. La realidad es la realidad. Alguien dijo por ahí: ‘Da fichas de negociación al PAN’. No, el PAN también tiene encuestas y sabe cómo está la situación. Y el PAN no está en un lecho de rosas, dicho sea de paso”.
Asimismo, explica, se tiene el mandato del congreso perredista y este ordena intentar alianzas: primero con los partidos de izquierda, en ningún caso con el PRI, y en circunstancias excepcionales con los demás partidos, es decir, el PAN: “Bueno, el mandato me obliga a priorizar a las izquierdas y estas mediáticamente ya han dicho que no; pero oficialmente no nos han dado su respuesta. Se creó una comisión de diálogo para que se obtuviera la respuesta oficial de las izquierdas. Y si se oficializa su negativa tenemos dos opciones: o vamos solos o vamos en alianza con el PAN”.
Precisa que se analizará estado por estado, pero que en todo caso aún no se ha decidido: “Pero cuando se habla de una posible alianza con el PAN, entonces surge una legión de defensores de la pureza ideológica, de los que dicen: ‘¿Cómo se va a mezclar la derecha con la izquierda?’ Pero nada más hay que ver quiénes lo dicen: los líderes y cuadros priistas que viven en una gelatina ideológica, una cosa que se mueve para todos lados, y ahora de repente ellos dicen que son muy estrictos en la ideología y cuestionan la posible alianza del PAN y el PRD”.
Además, señala, muchos de los que critican las alianzas desde diversos medios lo hacen por encargo: “Porque todos sabemos que el gobierno priista a las alianzas no les tiene miedo… ¡les tiene pánico! Porque saben que tienen muchas posibilidades de perder frente a una alianza. Yo lo que digo en este caso es: primero, no hemos tomado una decisión, y recordemos que la decisión no la tomo yo, este es un partido horizontal; y segundo, si llegáramos a formalizar alguna alianza con el PAN sería porque las circunstancias resultan extraordinarias”.
—¿Cuáles serían esas circunstancias?
—Primero, que en muchos de los estados en juego no ha habido alternancia: siempre han sido gobernados por el PRI y por lo tanto hay un germen antidemocrático. Segundo, yo soy de los que creen que los gobiernos priistas le están haciendo daño a México, que este régimen está generando corrupción y pobreza, además de que intenta una restauración autoritaria. Entonces vemos las circunstancias extraordinarias.
Además, dice Agustín Basave, “hay muchos ejemplos en el mundo donde izquierda y derecha se han unido para ganarle a un régimen autoritario”.
Refiere que el objetivo que se ha trazado a largo plazo es que el PRD sea competitivo por sí solo: “Yo quiero devolverle su fortaleza al PRD, hacerlo más fuerte incluso de lo que era antes, y que tenga la capacidad para ir solo a todas las elecciones. Ese es mi objetivo, pero ese no es el caso ahora”.
Para él está claro que si van solos en determinadas elecciones se convertirán en meros actores testimoniales y de esa forma allanarán el camino para que el PRI se quede en el poder.
Pero además de las posibles alianzas, para Basave Benítez es importante sumar a quienes en su momento se presentaron, junto con él, como aspirantes a la presidencia nacional del PRD: los senadores Zoé Robledo y Armando Ríos Piter, a quienes ya les envió un mensaje: “Les dije tanto a Zoé como a Armando que el partido los necesita, que pueden aportar mucho. No he platicado personalmente con ellos, pero busco hacerlo y espero que ellos tengan la misma intención de sumarse”.
Reto
Agustín Basave también hace mención de los que a su juicio son los principales problemas del país y que serán temas prioritarios de atender para su partido: la corrupción y la desigualdad.
Y sostiene: “Son los dos tumores cancerosos del país. El tumor de la corrupción, si se vale la metáfora, está alojado en el cerebro de la nación. Y el tumor de la desigualdad está haciendo metástasis en el estómago. Y eso es lo que tenemos que atacar, esas son las prioridades del PRD”.
—¿Qué lo motivó para aceptar dirigir al PRD?
—Mira, efectivamente, me he desarrollado en los últimos años en la academia. Pero recordemos que hice política durante 20 años y ambas cosas me gustan. La política es algo que entiendo bien: soy politólogo, algo sé del poder, de la forma en que se compite por él y de la forma en que se ejerce.
—¿Este es su mayor reto?
—Es el mayor reto que he tenido, el máximo desafío de mi carrera política y el máximo honor también, sin duda. El PRD es un partido muy complejo, por su diversidad, por su horizontalidad. Quizá es el partido más complejo para presidir. Claro que es el máximo reto… pero me gustan los retos.
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