Un Mando Único en crisis

El Mando Único Policiaco enfrenta una de sus peores crisis en Morelos, donde al menos 15 municipios quisieron desafanarse.

Lourdes Mendoza
Columnas
Graco Ramírez, gobernador de Morelos
Foto: Cuartoscuro

Con 90% de avance en su implementación y la firma de 17 de las 32 entidades, además de nueve que están por concluir el proceso, el Mando Único Policiaco enfrenta una de sus peores crisis en Morelos, donde al menos 15 municipios quisieron desafanarse de esta estrategia federal cuyo objetivo es poner en manos de la policía estatal el tema de la seguridad a nivel local, ante la cooptación de policías y autoridades municipales por parte del crimen organizado.

Pese a que el gobernador Graco Ramírez ordenó el Mando Único para estos municipios “rebeldes” la tarea no será nada fácil, ya que se avecina una batalla legal, incluso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ante la cual ya recurrió el alcalde de Tlaquitelnango. Eso sin contar con que Cuauhtémoc Blanco, alcalde de Cuernavaca, dijo que también se inconformará legalmente.

Graco se ha tomado como una meta propia la implementación de esta estrategia. Y cómo no, si el tema de seguridad podría abonar mucho a sus aspiraciones presidenciales.

El problema se ha salido de control entre luchas de poder, porque el Mando Único nació sin un marco legal que le dé fuerza desde el sexenio de Felipe Calderón hasta el de Enrique Peña Nieto. El tema sigue atorado en el Congreso de la Unión.

Ahora, si con leyes no se pudo, la estrategia del gobierno federal es hacerlo mediante el incentivo de recursos para los municipios que se adhieran y de recorte a los que no lo hagan: la entidad o municipio que no firme el convenio de Mando Único con la Federación no podrá acceder a los recursos federales para el combate a la delincuencia —previstos en el nuevo fondo que se formalizará una vez que el gobierno decidió desaparecer de la Ley de Presupuesto el Subsidio para la Seguridad en los Municipios (Subsemun). Más vale fuerza que maña.

La elección más extraordinaria

En Colima la elección extraordinaria que se celebrará el 17 de enero se convirtió en un extraordinario campo de batalla donde proliferan ataques, filtración de audios y acusaciones entre los candidatos Ignacio Peralta, del PRI, y José Luis Preciado, del PAN, y donde las grandes ausentes han sido las propuestas de gobierno.

El PAN de Ricardo Anaya, jugándose todo en la entidad, denunció penalmente a 18 personas por repartir propaganda con calumnias hacia su candidato.

Difícil tarea toca a la ciudadanía, porque un ambiente turbio desincentiva el voto. Pese a todo, 471 mil personas en la Lista Nominal del estado tendrían que salir a sufragar para que haya un margen amplio de votación que respalde al candidato ganador.

Ojalá esa no sea la tónica de las elecciones que se realizarán en junio para elegir a doce gobernadores, porque lo que hacen falta son propuestas y no ataques.

Estilo mata carita…

El tema del Mando Único y la seguridad de alcaldes, pero también las alianzas para gubernaturas han mantenido muy activo a Agustín Basave, dirigente del PRD, que resultó muy eficiente para el cabildeo. Esperemos que esto amplíe el horizonte de su partido…