EU en tiempos de Trump

Lucy Bravo
Columnas
Donald Trump
Foto: AP

Si Donald Trump llega a la Casa Blanca ya existe una opción para los refugiados estadunidenses que quieran huir de su presidencia: de acuerdo con una página de internet que comenzó como una broma, todos aquellos norteamericanos preocupados por una vida bajo el gobierno de Trump son bienvenidos en la pequeña isla de Cabo Bretón, Nueva Escocia, en Canadá.

Pero la razón por la que nadie ríe es porque esa realidad ya no parece tan distante.

En un mundo extraño, en el que el discurso de odio de un candidato populista se ha colocado en las preferencias electorales de Estados Unidos, resulta inevitable preguntarse: ¿qué pasaría si efectivamente Trump llegara a la presidencia norteamericana?

Con el resto de los candidatos en una especie de negación y la renuencia de las élites del Partido Republicano a enfrentarse a él, su posible nominación se materializa cada vez más. Ante esta matemática electoral vale la pena detenerse un momento y vislumbrar las promesas que le han valido este resultado.

Para empezar, Donald Trump sería el primer hombre en llegar a la Casa Blanca sin haber ostentado previamente un cargo público o un alto mando en el Ejército. Llegaría al Ejecutivo en un momento en el que el Partido Republicano tiene mayoría en ambas cámaras y cuenta con 33 gubernaturas, acompañado de un radical discurso xenófobo y proteccionista que habrá permeado a la mayoría del electorado.

Su conocido estilo de campaña bélica y aislamiento inherente se insertaría en la agenda política y económica de EU. No es casualidad que su principal iniciativa sea la construcción de un gigantesco muro en la frontera con México. En el norte, la frontera canadiense tampoco escaparía a la mirada de Trump, por temor a la reciente afluencia de refugiados sirios a Canadá, que él ha dejado muy en claro no serán recibidos en suelo estadunidense.

En el tema migratorio, Trump tendría que enfrentarse al Congreso para implementar una reforma que conlleve la deportación de los once millones de inmigrantes ilegales y además reformar la Constitución para poner fin al derecho a la ciudadanía por nacimiento a cualquier persona nacida en EU aun si los padres migraron ilegalmente.

Esto aumentaría el número de inmigrantes ilegales viviendo en ese país al menos a 15 millones para 2020, según estimaciones del Migration Policy Institute.

Finanzas

Por otra parte Trump ha demostrado que su piel más sensible es la económica, cuya retórica se resume en dejar fuera al mundo. Buscaría establecer mayores impedimentos para el libre comercio al promover la renegociación o bloqueo de diversos tratados comerciales que ha señalado como los culpables de todos los males, entre ellos el TLCAN y el reciente Acuerdo Transpacífico. Además, emprendería una lucha económica con un rival nada deleznable: China.

A pesar del constante fracaso de su campaña para articular posiciones coherentes sobre política exterior, en términos generales podemos imaginar que Trump aislaría a EU de sus aliados y socios naturales. Aunque no lograría que México pague por la construcción de un muro, ni invadir la región petrolera de Siria, ni obligar a Corea del Sur y a Japón a pagar por la asistencia militar, sí podría triunfar en dañar permanentemente las relaciones diplomáticas de su país.

De vuelta en 2016 todo eso puede parecer inconcebible, pero la realidad es que los votos de Trump se siguen acumulando. Muchos aseveran que todavía podría perder la nominación, pero el tiempo corre y no parece querer darles la razón.