Ajustadores en motos: ahorro de tiempo y dinero

La necesidad de un cambio en la movilidad es, pues, urgente y en este espacio hemos hablado sobre la opción de utilizar la motocicleta.

Ricardo Pérez Valencia
Moto Italika
Foto: Internet

La movilidad en ciudades como la de México es cada vez más complicada y muestra de ello es la precontingencia ambiental que en los últimos días hemos vivido quienes compartimos esta metrópoli para realizar nuestras actividades cotidianas.

La necesidad de un cambio en la movilidad es, pues, urgente y en este espacio hemos hablado sobre la opción de utilizar la motocicleta.

De hecho, muchas empresas y personas de actividades y profesiones diferentes privilegian este medio de transporte, gozando ya de los beneficios que conlleva: en este espacio hemos hablado de abogadas, médicos, vendedores, amas de casa y hasta aventureros.

Al mismo tiempo, quienes utilizan automóvil también demandan atención en el menor tiempo posible y un ejemplo es el de la presencia de un ajustador de su seguro cuando llegan a tener algún percance de tránsito.

El ajustador de seguros tiene diferentes formas de trasladarse al lugar del accidente y las aseguradoras utilizan para este fin autos, camionetas… y motos.

Eficiencia

Diversas aseguradoras enfrentaban problemas debido a que el traslado de sus ajustadores en automóvil era muy lento a causa del tráfico por diferentes causas, como autos descompuestos, semáforos averiados, manifestaciones, calles cerradas o hasta algún accidente, cuando lo importante es que el ajustador llegue por cualquier medio, en algunos casos antes de 30 minutos, ya que de lo contrario se reduce el pago del deducible.

Y, por supuesto, la motocicleta fue la mejor solución: el beneficio es que los ajustadores son más productivos, es decir, atienden mayor número de siniestros, además de que les permite acceder a zonas de alta dificultad.

Los propios asegurados señalan que el beneficio de la motocicleta es que llegan rapidísimo y no tienen que estar esperando a veces por varias horas al ajustador.

Enrique Gamboa, ajustador de siniestros y quien tiene nueve años realizando esta labor —cuatro de ellos en motocicleta— habla con Vértigo sobre la diferencia de realizar su trabajo en este vehículo.

En automóvil, dice Gamboa, “requerimos de mayor espacio para poder circular, ya que un auto ocupa el espacio que ocupan dos o hasta tres motos. La diferencia para mi trabajo es la disposición y posibilidad de poder maniobrar entre los vehículos. Obviamente, el arribo en una motocicleta es mucho más fácil: permite que lleguemos más rápido. Por ejemplo, en la Ciudad de México una distancia de entre cinco y seis kilómetros se recorre en automóvil en un lapso de 30 a 45 minutos, mientras que en motocicleta podemos reducir ese tiempo de recorrido a 18 o 20 minutos, dependiendo de las condiciones del tráfico y del clima”.

Enrique Gamboa agrega que incluso el propio percance al que el ajustador es llamado para atender a un asegurado impide a veces el acceso en automóvil. “Pero en moto, sin mayores inconvenientes, tú puedes pasar y llegar más rápido al lugar del accidente para poder atenderlo o quitar a la gente, porque hay quienes deciden no mover sus autos para determinar primero quién tuvo la responsabilidad y desconocen que pueden mover su autos, orillarse para no entorpecer el tráfico; entonces, hasta que llegamos nosotros es cuando los quitamos. A veces en el tiempo que tardamos en llegar ya se entorpeció la circulación hasta cuatro kilómetros”.

—¿Cree que podría volver a realizar su trabajo en auto?

—He tenido que hacerlo en algunas ocasiones. Pero, por ejemplo, en la motocicleta soy más productivo: atiendo de siete a nueve choques en un día, mientras que en automóvil la cifra se reduce a tres o cinco, cuando mucho.

—¿Eso afecta sus ingresos?

—Sí, porque la compañía de seguros paga por el número de siniestros o el número de atenciones que uno cumple con los asegurados.

—Es decir, que el uso de la motocicleta no solo le permite hacer mejor su trabajo y ahorrar tiempo y dinero sino que tiene un beneficio económico adicional…

—Sí, en definitiva. Obviamente, estoy consciente de que conlleva ciertos riesgos; son dos caras de la moneda: en el automóvil tenemos mayor protección, por la lámina, el espejo central, etcétera; sin embargo, al andar en moto usamos el equipo de protección necesario y la mayor tecnología posible. Además de tener el mayor cuidado, por supuesto.

Protección y capacitación

—¿Qué me puede decir sobre la conciencia vial y el respeto tanto de motociclistas como de automovilistas?

—Respondería con un proverbio antiguo: “En la viña del Señor hay de todo”. Tanto del lado de los motociclistas como del de los automovilistas. Nosotros, que estamos en esto diariamente y a todas horas, tratamos de ser lo más conscientes y lo más precavidos que sea posible. Hay personas en los automóviles que son muy conscientes, pero también la hay que no lo son tanto, de la vulnerabilidad de quienes no viajan en auto.

—En los últimos años se ha dado mucha promoción al uso de la motocicleta, porque además del ahorro mejora la movilidad. ¿Qué opina al respecto?

—Puedo decirte que tengo traslados al mes de mil a dos mil kilómetros. En el auto gastaba de tres mil a cinco mil pesos mensuales en gasolina, mientras que en la moto gasto de dos mil a dos mil 500 pesos. Evidentemente, en el bolsillo se produce un ahorro. Tan benéfico es que no hay verificación para las motos. Quiere decir que la emisión de contaminantes es muy inferior en la moto frente a la de cualquier auto.

Enrique Gamboa considera que “siempre hay que hacer la recomendación de que antes de que una persona se suba a cualquier motocicleta tome un curso, porque a veces se piensa que es una bicicleta y no: el riesgo es mayor. Los percances que se dan en la moto siempre son del tipo que pudieron evitarse, porque son consecuencia de fallas del conductor e incluso de no saber revisar una motocicleta. Siempre hay que revisar nuestros frenos, nuestras llantas, nuestra cadena, para que no te quedes en el camino y prevenir cualquier tipo de accidente”.

—¿Y son cosas sencillas que, con un curso, se pueden realizar?

—De lo más sencillo. De hecho, hay firmas que venden motocicletas y ofrecen ese curso sin costo; son principios básicos para cualquier motociclista.