Obesidad y diabetes provocan hígado graso

Aumenta 40% el número de personas con esta enfermedad en México.

Lorena Ríos
Todo menos politica
Obesidad
Foto: Kwanchai Chai-udom

Casi 90% de las personas que padecen obesidad mórbida o diabetes mellitus mal controlada corre el riesgo de padecer hígado graso no alcohólico, advierte Leonardo Martínez Rodríguez, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ).

El hígado graso no alcohólico es la acumulación de grasa en este órgano que se relaciona con la obesidad, razón por la cual es importante que se detecte de manera oportuna, ya que aumenta el riesgo de padecer cirrosis y llegar hasta cáncer de hígado.

Esta condición es considerada la primera causa de enfermedad hepática en el mundo occidental.

Asimismo, se le relaciona con el desarrollo de la resistencia a la insulina, lo que predispone a las personas a presentar prediabetes y diabetes mellitus, que en México es una de las enfermedades crónico degenerativas con mayor prevalencia, segunda causa de muerte y un problema de salud pública, expone el especialista.

Durante su participación en el 28 Congreso Nacional de la Federación Mexicana de Diabetes (FMD), que se realiza en León, Guanajuato, Martínez Rodríguez alerta que “la población hispanoamericana, y en particular los mexicanos, somos genéticamente susceptibles a padecer hígado graso y sus graves complicaciones, incluso a índices de masa corporal normales y desde edades tempranas”.

El hígado graso es una enfermedad que no presenta síntomas y cuando lo hace se manifiesta con pérdida de peso, debilidad y fatiga, los cuales aparecen cuando el mal se encuentra en etapa avanzada, como es el caso de la cirrosis.

En cuanto al tratamiento, se debe iniciar con cambios en el estilo de vida, básicamente, mantener un control del peso, alimentación y ejercicio.

Respecto de la terapia farmacológica, existen diversos medicamentos que han demostrado prevenir la progresión de la enfermedad hepática a largo plazo. También recomienda tratar las enfermedades que se asocian al hígado graso no alcohólico como la diabetes, las dislipidemias y el sobrepeso.