Un atacante suicida que conducía un camión repleto de explosivos se abrió paso a través de la frontera de Siria con Jordania y provocó un estallido en el que murieron seis miembros de las fuerzas de seguridad jordanas y otras 14 personas resultaron heridas.
El rey Abdullah II de Jordania dijo que “responderá con puño de hierro” contra cualquiera que dañe sus fronteras o su seguridad, pero no dio más detalles.
El portavoz del gobierno, Mohammed Momani, indicó que Jordania cerrará esa zona fronteriza por el momento, lo que causa la duda de cómo llegará ayuda internacional a los 64 mil refugiados sirios que se encuentran del otro lado.
Fue el ataque más mortífero a lo largo de la frontera en la memoria reciente y generó nuevas preocupaciones sobre la vulnerabilidad del reino a los remansos de los antiguos conflictos en Siria e Irak.
Nadie se responsabilizó inmediatamente del ataque, el tercero en contra de las instalaciones de seguridad de Jordania en los últimos siete meses.