El lado oculto de los delincuentes cibernéticos

Entrevista exclusiva para Vértigo con Roberto Uribe, encargado de la Unidad de Inteligencia Cibernética de la PGJCDMX  

Norberto Vázquez
Política
Roberto Uribe.
Concepción Morales.

Todos los días millones de ciudadanos capitalinos realizan, en el denominado ciberespacio, actividades de diversión o académicas, transacciones financieras, operaciones empresariales y comerciales, pero todo ello bajo la observación de delincuentes cibernéticos a la caza de lucrar con estas actividades privadas que se desarrollan en internet.

Para enfrentar estos ilícitos, la Unidad de Inteligencia Cibernética de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX) ha creado un modelo especial que incluye asesoría internacional para confrontar a estos profesionales mejor conocidos como hackers, que vulneran la privacidad de los ciudadanos.

Esta es una radiografía del universo poco conocido de las actividades de los delitos cibernéticos, en voz de Roberto Uribe, encargado de la Unidad de Inteligencia Cibernética de la PGJCDMX, quien ofrece una entrevista exclusiva con Vértigo sobre la prevención y el ataque frontal a los ilícitos que se cometen en la red.

Problemática

Roberto Uribe señala la importancia que tiene la problemática de los delitos cibernéticos en la Ciudad de México, ya que jurídicamente no está regulada. “Los delitos tecnológicos se encuentran en un amplio desarrollo, siempre ha sido así, pues evidentemente tienen un cierto impacto para la ciudadanía; en este caso en particular delitos informáticos o cibernéticos como tales no se encuentran tipificados en el Código Penal de la Ciudad de México”, dice.

Evidencia a uno de los principales delitos que se cometen: “Entre las conductas ilícitas está el fraude. Este evidentemente se puede cometer empleando herramientas tecnológicas ya sean correos electrónicos, perfiles de Facebook o falsas publicaciones en páginas donde se oferten compra-venta de productos, incluso de servicios. Lo que nosotros hacemos una vez en la investigación, que se inicia con la averiguación previa, ahora ya son carpetas de investigación con el nuevo sistema, empezamos a indagar y buscar adecuar el delito”.

—¿En que está innovando la Procuraduría?

—La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, a través de la Jefatura General de la Policía de Investigación, se encuentra actualmente invirtiendo en tecnología, ya sea para revisar análisis forenses o en capacitación también. He de decir que gracias a la actual gestión se ha impulsado el desarrollo de cursos y los hemos tomado con unidades especializadas de investigación en cuanto a delitos tecnológicos y en cuanto a la aplicación de tecnología para investigación de delitos tradicionales.

Menciona que hay mucha estadística “negra” porque la ciudadanía no denuncia. “Sí hay muchos delitos. En particular para aquellos que son fraudes en línea se tiene que cumplir un cierto tope, una cierta cantidad para que sea un delito o al menos se adquiera en el anterior sistema, pues se tiene que integrar la carpeta y acreditar el ilícito”.

Y agrega: “Muchas veces las personas deciden ya no denunciar porque creen que es muy poca la cantidad, por ejemplo, los defraudaron por un iPhone o por la compra- venta de un equis aparato. Gente que al pensar que nada mas son 500, 600 o tres mil pesos, no denuncian, y se va a ‘cifra negra’. Es un factor que incide: yo considero que sí se necesita ahondar en ese tema, en particular legislar al respecto porque nada hay legislado, al menos no tan específico”.

Y explica que existe otro contratiempo: “Algo muy importante es que en la persecución de delitos meramente informáticos, como la pornografía, hay veces en que nosotros hacemos la parte que nos corresponde como llegar a una dirección IP para saber de dónde vino la conexión de la persona que está cometiendo el ilícito, pero si lamentablemente los encargados de gestionar esta dirección IP no han guardado la información, pues no se puede profundizar un poquito más como para ya llegar a la persona que realmente tuvo la conexión. Eso ya es una situación que se tiene que legislar, que exista una ley como en otros países donde se obligue a respaldar la información en caso de que se cometa un ilícito por algún crimen”.

—Ese soporte de información sucede también con la pornografía infantil…

—La ventaja es que la pornografía sí está tipificada en el Código Penal Federal y en la Ciudad de México. La situación está en que nosotros hacemos todo la investigación, llegamos a quien se conectó, inclusive el procurador pone mucho énfasis en eso y nos otorga algo que se llama simulación de conductas para que nosotros podamos integrarnos, porque como ustedes saben, los grupos de pornógrafos son grupos cerrados, de lo que hay que hacer mucha labor de investigación, a los que hay que integrarse primero a su grupo, generarles confianza y pues entonces ya descubrir lo que están haciendo. Esa parte es algo complicada, cuando del lado de la procuración de justicia se realiza y obtenemos lo que necesitamos: la dirección IP, el correo entre otros datos. ¡Vamos ante las concesionarias y resulta que no hay la información porque no se respaldó! Porque no tienen capacidad de almacenamiento, porque en sí, no están obligados a guardar los datos de a quién le dieron la conexión en ese periodo de tiempo en específico.

Uribe revela la ruta que sigue la investigación, pero que se topa con el poco apoyo del almacenamiento de la información. “Si a eso sumamos que hay personas que saben mucho y que de alguna manera ocultan de dónde se están conectando realmente. Lo hemos hecho, hemos investigado con auxilio de la policía alemana, con auxilio de otras policías, hemos seguido el camino y llegamos hasta el final que es hasta nuestro país, y resulta que ya no hay información”.

—¿Eso impide un rastreo total de estos delincuentes?

—Sí, porque entonces la contestación que nos dan es: “lo siento mucho pero no tengo almacenado nada al respecto”. Obviamente ahí no se detiene, nosotros como policías usamos más métodos de investigación tradicional. Empezar a hacer entrevistas, empezar a sacar datos. Otros datos que nos puedan llevar a identificar realmente a la persona, pero sí es muy complicado. Yo, honestamente, pienso que sí deberían de legislar al respecto y obviamente nos ayudaría bastante a impedir que el índice de impunidad se quedara así como está de elevado.

Ilícitos

Roberto Uribe enumera los ilícitos en los cuales la ciudadanía debe de poner más énfasis: “están los fraudes, las extorsiones, las extorsiones cuando utilizan un estilo de campañas como los spam (donde hacen comentarios pidiendo o explicando algo), donde obviamente al principio pues es el puro gancho, llegan los correos, las bandejas de entrada con equis datos, solicitan información, y si caemos llegan a obtenerla o incluso enlaces con videos, películas gratis o programas gratis y al ingresar pueden ganar acceso a nuestra computadora, a nuestra terminal, y luego ya manipularla: son un poco más avanzados”.

Destaca que, incluso, “está la pornografía, la corrupción de menores, también está la trata de personas. En la trata de personas, en particular, hay sujetos de ciertos estados que se dedican a eso: generan redes en internet, perfiles, empiezan a enganchar a las chicas, las contactan, luego incluso hasta llegan a casarse o llegan a tener una relación de noviazgo un mes, dos meses; las tratan bonito y luego les revelan la verdadera cara cuando ya se ganaron su confianza y se las llevan al pueblo o a otro lugar y desaparecen a las personas”.

—¿Ustedes tienen jurisdicción en delitos financieros o empresariales?

—Nosotros somos una unidad de policía. Somos parte de la procuraduría capitalina. Entonces, para que nosotros podamos intervenir sí tiene que mediar una denuncia. Ya sea una denuncia anónima o una denuncia como tal. Ahora bien, el tema con respecto al robo de patentes sí se puede investigar aquí, incluso hay delitos como la revelación de secretos que se pueden encuadrar o, por ejemplo, cuando un hacker o una persona accede de manera ilícita a sistemas o equipos de cómputo, sustraen información, y luego la revenden o la publican. O en casos como el espionaje industrial, por supuesto que podemos intervenir, porque nos podemos adecuar a ese tipo de delitos.

Y menciona al respecto: “También están tipificados en el Código Penal Federal algunos datos particulares como el acceso ilícito a sistemas y equipos de cómputo, pero eso ya es jurisdicción federal. Nosotros tenemos jurisdicción dentro de la Ciudad de México y en aquellos delitos que tengan impacto, tuvieron origen o que tengan aquí una consecuencia en la Ciudad de México. Podemos llegar a intervenir en algún otro lado, si la conducta se va para allá en otro estado, mediante oficios de colaboración o apegado conforme a Derecho.

Confianza

Advierte de la confianza a denunciar: “Tengan confianza, nosotros estamos muy capacitados, continuamos capacitándonos, inclusive apenas salimos ocho agentes a los que conseguimos un curso para que nos acrediten como peritos en la materia. A parte de que la gente que está aquí ha estudiado licenciaturas en Ciencias de la computación o licenciaturas en Informática. Hemos ido también a tomar cursos por ejemplo con el FBI y a Dallas, Texas, en las Especialidades de Análisis Informático y Metodologías de la Investigación. Hemos tomado cursos en la embajada norteamericana”.

También, agrega, “nos han apoyado mucho en nuestro propio Instituto de Formación Profesional con cursos de Ciberdelincuencia y Cibercrimen; hemos acudido a conferencias a nivel internacional y estamos en constante capacitación y créanme que hemos aplicado estas técnicas e incluso para resolver crímenes o delitos tradicionales, si así lo puedes decir, con auxilio de la tecnología. Yo les puedo decir que confíen en nosotros”.

—¿Cómo denunciar?

—Tenemos un perfil en la red social Facebook que es Unidad de Inteligencia Cibernética, ahí publicamos presentaciones y damos algunos tips, consejos, y tenemos también un correo institucional que es gic@pgjdf.gob.mx. Pueden hacernos también denuncias anónimas a los números telefónicos 5242 6418 y 5242 6489.