Organizaciones civiles y sindicales desestimaron el presunto cambio en materia migratoria del candidato republicano a la Presidencia estadunidense, Donald Trump, al considerar que es solo un intento para ganar el voto hispano.
“El cambio de Trump es de risa y nadie debe creerlo”, dijo la vicepresidenta ejecutiva internacional del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio (SEIU), Rocío Saenz.
Trump busca recuperar de alguna manera el terreno perdido entre los blancos conservadores moderados, apuntó.
Saenz dijo los hispanos conocen de sobra lo que el republicano piensa de los inmigrantes y sus planes para la deportación masiva de los once millones de indocumentados que se encuentran en Estados Unidos, así como para construir un muro en la frontera con México.
“Con esas y otras declaraciones Trump se ha definido ya como un racista, antifamilia, antiinmigrante y antilatino. Eso no lo puede desechar”, dijo en rueda de prensa.
En contraste con su declarada intención de deportar a once millones de inmigrantes indocumentados, en días recientes Trump ha mencionado que buscaría una respuesta justa y firme para el tema.
La impopularidad de Trump entre los electores hispanos ha quedado evidenciada en la mayoría de las encuestas de opinión, que lo colocan en algunos casos hasta 40 puntos debajo de su rival, la candidata demócrata Hillary Clinton.
Casi 80% de los votantes hispanos dijo tener una opinión desfavorable de Trump; 83% lo describió como un racista que divide más al país; 82% lo caracterizó como un bravucón, y 81% lo llamó inestable.