Diagnóstico oportuno de Alzheimer

¿Cuáles son los primeros síntomas a los que hay que prestar atención?  

Lorena Ríos
Todo menos politica
Alzheimer y adultos mayores
Foto: NTX

A medida que la gente envejece, disminuye en el cerebro la cantidad de células o neuronas. Eso puede hacer difícil aprender nuevas cosas o recordar palabras conocidas. Los adultos mayores pueden, por ejemplo, tener dificultad para recordar los nombres de personas conocidas o problemas para encontrar los lentes de lectura o las llaves del auto. Sin embargo, en la mayoría de casos, esas lagunas mentales no son señales del comienzo de la enfermedad de Alzheimer.

No existe un examen diseñado específicamente para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer, pero generalmente se le puede identificar en las primeras etapas, según los síntomas, una variedad de análisis y exámenes, explicó Ronald Petersen del Centro para Investigación sobre la Enfermedad de Alzheimer de Mayo Clinic.


El primer síntoma más común de la enfermedad de Alzheimer es el olvido. No obstante, puede ser complicado distinguir entre la pérdida de memoria debida a la edad y la que es producto del Alzheimer.

El tipo de olvido que es preocupante implica olvidar información que antes siempre se hubiese recordado. Por ejemplo, faltar a un evento social preferido como el juego semanal de golf, o pasar por alto en el calendario algo que una persona normalmente hubiese considerado prioritario como una cita médica. Si eso ocurre de vez en cuando, posiblemente no sea motivo de preocupación; pero cuando alguien empieza con regularidad a tener problemas para hacer esas conexiones, entonces es hora de ir al médico.


El especialista señaló que una evaluación médica viene al caso cuando las lagunas mentales conducen a problemas en la vida cotidiana o empieza a haber dificultades para realizar tareas mentales. Por ejemplo: sentirse abrumado o confundido por tener que tomar decisiones; tener dificultad para conducir; irritarse o enfadarse cuando es necesario concentrarse mentalmente para terminar un trabajo; perderse camino a lugares conocidos; y/o tener problemas para seguir instrucciones paso a paso.

Otra señal temprana de advertencia sobre este padecimiento neurológico puede ser un cambio en el comportamiento o en la personalidad, como por ejemplo, cuando una persona normalmente extrovertida se aísla de sus amigos y familiares, rehusándose a tener contacto social. La depresión y otros cambios de humor también pueden ser síntomas tempranos del Alzheimer.

Cuando después de revisar los síntomas el médico sospecha que una persona tiene dicho padecimiento, puede resultar útil hacer algunas pruebas para evaluar tanto la memoria como otras aptitudes del pensamiento y la capacidad funcional de juicio, e identificar los cambios ocurridos en el comportamiento a fin de determinar si la enfermedad es la culpable.

Los exámenes por imágenes y los análisis de laboratorio muestran lo que ocurre en el cerebro. Las imágenes del cerebro obtenidas mediante una tomografia computarizada, resonancia magnética u otro tipo de exploración pueden mostrar una reducción de las neuronas o el desarrollo de proteínas conocidas por contribuir al Alzheimer. Los análisis de laboratorio pueden ayudar a descartar otros trastornos que producen síntomas similares a los de la enfermedad, tal como un trastorno tiroideo o una deficiencia de vitamina B 12. Este tipo de evaluación minuciosa generalmente logra diagnosticar la enfermedad en las primeras etapas.

El diagnóstico correcto y oportuno es importante porque una vez identificada la enfermedad, los médicos pueden ofrecer medicamentos para ayudar a controlar los síntomas y posiblemente retardar el deterioro de la memoria y de otras capacidades cognitivas.