Picasso y Rivera dialogan en Los Ángeles

La muestra permanecerá hasta el 7 de mayo de 2017 y luego viajará al Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México

Masha Zepeda
Columnas
RIVERA PICASO
Foto: NTX

Dos de los más grandes e influyentes artistas del siglo XX, como son el español Pablo Picasso y el mexicano (originario de Guanajuato) Diego Rivera, son la columna vertebral en este bien pensado bienio artístico tan vigente como definitivo en la historia del arte.

Un evento que, por lo menos en mi caso, despierta gran entusiasmo al ser expuestas sus obras de manera dual y al tú por tú, traduciendo a esta gran exposición en un imán para los amantes del arte.

La muestra provoca épicas cifras de visitantes, reseñas, críticas, gran curiosidad por parte de los estudiantes de artes visuales y numerosos estudios de especialistas.

Titulada Picasso y Rivera: conversaciones a través del tiempo, la exposición reúne más de 100 obras entre pinturas y grabados de estos grandes artistas, a la par de objetos antiguos grecorromanos, españoles y aztecas para comprobar la teoría de que ambos abrevaron constante y fundamentalmente en las manifestaciones culturales antiguas y propias de su idiosincrasia para desarrollar dos de los lenguajes más personales de la historia del arte, que a su vez siguen marcando el devenir de las artes en el siglo XXI.

Es decir: su aportación sigue dando frutos a más de 130 años de que ambos nacieran en el aún siglo XIX, pero crecieron en el XX.

Aciertos

El LACMA (Los Angeles County Museum of Art o Museo de Arte del Condado de Los Ángeles) es uno de los museos más vitales, visitados e interesados en su comunidad que he conocido en el mundo: posee un programa de entradas gratuitas certero y eficaz, además de gozar de gran número de actividades en todas las manifestaciones artísticas y de una gran simpatía entre todos los habitantes de California.

Y, tal vez lo más notable, se renueva constantemente como museo sin dejar de darle su importancia fundamental a la pintura y a sus artistas.

Otro gran acierto de este museo modelo en el mundo es cómo logra ser un imán y sus instalaciones están al tope todos los días de la semana, desde las diez de la mañana hasta las seis de la tarde; incluso han habilitado horarios extras en los días pico, como los fines de semana y los miércoles, cuando la entrada es gratuita.

Pablo Picasso y Diego Rivera se conocieron en París. Fueron colegas y establecieron una amistad discreta por ambos lados, al saberse los dos grandes artistas.

Fue en aquella ciudad donde Rivera desarrolló una de sus etapas más fructíferas y célebres, como lo fue el cubismo, que pintó porque estaba inmerso en ese momento histórico en Europa.

Cierto que en ello Picasso iba a la cabeza, pero Rivera estuvo en el momento y lugar ideal para desarrollarlo también por derecho propio.

Ejemplo entrañable es su Paisaje zapatista, que posee una gran nostalgia y un contundente entendimiento del arte y la historia.

La muestra se divide en cinco segmentos temáticos que recalcan la estancia de los dos artistas en Francia e Italia; sus puntos de encuentro y sus desencuentros; sus estancias en la academia; su cubismo; la Primera Guerra Mundial y su posguerra, y el deseo subsecuente por el orden y la estabilidad tan añorada en la Europa de aquellos años y que tanto cambió la vida artística e intelectual de París.

La muestra permanecerá hasta el 7 de mayo de 2017 y luego viajará al Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, donde se inaugurará el 14 de junio de 2017 y culminará el 17 de septiembre. No se la pierda.