La Asamblea Legislativa va por una Ley de Regulación Urbana y Vivienda para la ciudad que debe integrar todos los aspectos necesarios, sobre todo en materia de vivienda social y popular; garantizar beneficios para los grupos más vulnerables; reducir el déficit que existe, puesto que hay un rezago que no se ha podido atender; y permitir que las nuevas construcciones lleguen a la gente más necesitada, dejando de ser únicamente negocio para las constructoras.
La asambleísta por Acción Nacional Margarita Martínez Fisher, presidenta de la Comisión de Desarrollo e Infraestructura Urbana, se pronuncia por “impulsar la vivienda social y popular; construir un nuevo marco normativo sobre criterios urbanos para el uso de suelo, la densidad de vivienda, el número de niveles de las construcciones, el área libre de construcción, así como los espacios para estacionamiento. También lo relacionado a aspectos constructivos y tectónicos. Que promuevan el mejoramiento en la calidad de vida de sus habitantes y mejoren las condiciones para su desarrollo humano”.
Sería genial que se logre: ya son muchos intentos y todo queda en proyectos. Ahora que en el presupuesto se destinaron importantes recursos es deseable que se dote de vivienda a los grupos de personas que más lo necesitan, no que por unos votos se entreguen a líderes que continuamente extorsionan a quienes les entregaron la vivienda. ¡No se vale!
Se debe dejar de beneficiar a esas organizaciones explotadoras de la necesidad y que, desafortunadamente, son las que reciben, recién terminados, edificios completos. ¡Ya basta!
“Tenemos que transitar hacia un modelo normativo y regulatorio urbano, constructivo y fiscal orientado a las buenas prácticas, tanto para la construcción del hábitat en general, como de un conjunto de regulaciones y sanciones que desincentiven las actuaciones inmobiliarias fuera de la ley”, precisa la legisladora albiazul.
Cierto: la nueva ley debe contener sanciones para las inmobiliarias que violan la norma y los permisos para vivienda popular; con artimañas hacen departamentos de lujo que venden a costos que la clase popular no puede pagar. Hay muchos ejemplos.
En tanto la diputada del PRI Dunia Ludlow, presidenta de la Comisión de Vivienda, expone que “cada año se requieren en la Ciudad de México 40 mil viviendas nuevas y por lo menos 30 mil acciones de remodelación o rehabilitación, por lo que al no estar cubriendo esa demanda anualmente se incrementa el rezago habitacional”. Cada vez se abre más la brecha y se dificulta cubrirla, por lo que la insatisfacción crece a tal grado, que mucha gente se va a vivir a lugares muy alejados de sus centros de trabajo, con el consecuente desgaste por las horas de transportación y los riegos de inseguridad. Pero no tienen de otra, pues.
“Los integrantes de la comisión que presido entregamos una opinión a la Comisión de Presupuesto, solicitando un incremento de 221 millones de pesos. Afortunadamente, se aprobaron dos mil 922 millones 474 mil 206 pesos para vivienda. Lo que permitirá llevar a cabo muchos proyectos tan necesario para los ciudadanos de muy escasos recursos”, dice la diputada Ludlow.
Pues qué bueno que hubo consenso en un tema tan sensible. Ojalá que con esos recursos destinados a la construcción y remodelación de vivienda de interés social se pueda abatir en algo el rezago existente. ¡Ya era tiempo!
El bolso de Laura…
La bancada de Acción Nacional en la ALDF inició la campaña Que no te muerda un policía, en la que detalla las principales faltas y sanciones a que se pueden hacer acreedores los automovilistas con el nuevo Reglamento de Tránsito. Para esto, desde temprana hora se van a las principales calles, avenidas y ejes viales para informar a los conductores. Se trata de evitar la corrupción y las extorsiones… Sensibles a las necesidades de transporte de los capitalinos, los diputados locales aprobaron un presupuesto de 21 mil 44 millones 108 mil 119 pesos para mantenimiento y necesidades del Sistema Colectivo Metro, Metrobús, transportes eléctricos, RTP y el Fondo de Promoción al Financiamiento del Transporte Público… ¡Un feliz 2016 para todos los lectores!