2017: desafíos en defensa, seguridad e inteligencia

Se avecinan ajustes de primer orden en el caso de que el próximo presidente de Estados Unidos cumpla con sus promesas

Javier Oliva Posada
Columnas
Theresa May
Foto: The Prime Minister’s Office

Aunque es un convencionalismo, puesto que la llegada del Año Nuevo no implica un recambio en las dinámicas de los conflictos en curso o bien una dinamización de las tensiones en diversas partes del mundo, no podemos negar que la fecha sirve para hacer balances y proyecciones.

Así, debemos distinguir aquellos que corresponden a la comunidad internacional y escenarios geopolíticos determinados, de los que tienen que ver de forma directa con las agendas de México.

Comenzando por el contento en general, se avecinan ajustes de primer orden en el caso de que el próximo presidente de Estados Unidos cumpla con sus promesas-presiones respecto de retirar o ajustar a la baja la presencia y participación militar de su país en Europa, el sudeste asiático y el norte de África. Como sabemos, tomará posesión del cargo el 20 de enero.

Esto traería como lógica e inmediata consecuencia el aumento de la presencia militar de potencias como Rusia y China. Más aún, por ejemplo, con el reciente conflicto en el Mar de China, donde fue retenida una sonda submarina de Estados Unidos por una embarcación militar china.

Tampoco puede dejarse de lado la muy probable intromisión de los servicios de ciberespionaje y seguridad de Rusia en los comicios presidenciales de EU e incluso en el referéndum en Reino Unido del pasado 23 de junio para avalar su salida de la Unión Europea.

Y de este punto se desprende el siguiente e inquietante escenario: el plazo establecido por el gobierno de Theresa May para activar en definitiva el Brexit —que se anuncia como un muy complejo proceso de negociación— es el mes de marzo próximo.

Por cierto: durante los últimos días de febrero y marzo de cada año (desde 1963) se realiza la Conferencia de Seguridad en Munich. Se trata de un foro que gira en la órbita de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) y permite un intercambio menos formal, pero no por ello menos importante, respecto de las agendas georregionales de seguridad. Ahora, con la eventual salida del Reino Unido de la UE, los ajustes serán mayores, sobre todo en lo que hace a la cooperación militar y civil en defensa, seguridad e inteligencia.

Y aunque ya se han avanzado algunas propuestas para que estos delicados temas no queden sin atención, lo cierto es que hay una marcada tendencia a que Europa se haga cargo de Europa.

Las discrepancias entre el próximo presidente de EU y la canciller de Alemania, Angela Merkel, parecen también ahondarse conforme pasa el tiempo. De tal manera, que el liderazgo de la canciller será crucial para consolidar los nuevos proyectos de la UE, más aún luego de que Francois Hollande, presidente de Francia, no contenderá por la reelección en 2017 (primera vuelta el 23 de abril y segunda el 7 de mayo).

De hecho, también Merkel pasará por cuarta ocasión la prueba de las urnas entre agosto y octubre, de acuerdo con la legislación electoral. Y en condiciones muy complicadas, luego del atentado terrorista del pasado día 19.

México

En cuanto a nuestro país, la llegada de la nueva administración en la Casa Blanca resultará determinante para las condiciones de cooperación en defensa, seguridad e inteligencia, principalmente en las áreas civiles, dado que los desencuentros han sido varios y de cumplirse las propuestas del próximo mandatario estadunidense no parece que la situación vaya a mejorar.

Incluso, al finalizar el siguiente año las disputas por las candidaturas a la Presidencia de la República en los partidos políticos y en la élite burocrática federal estarán por definirse. Lo que a su vez exigirá contar con programas y proyectos muy detallados en materia de seguridad pública… por lo menos.