Nueva York, 22 Feb.- El procurador de Nueva York, Eric Schneiderman, afirmó que el presidente estadunidense Donald Trump no puede obligar a las policías locales ni estatales de Estados Unidos a realizar labores migratorias que corresponden al gobierno federal.
Resaltó que Trump carece de la autoridad legal para transformar unilateralmente a los agentes de policía estatales y locales en agentes federales que apliquen la ley de inmigración.
El procurador neoyorkino agregó que el presidente no puede obligar a los departamentos de policía a aplicar políticas deportación, que a su juicio son “destructivas y que fueron mal concebidas”.
Esta declaración se dio luego que la víspera, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, refrendó que la ciudad no cooperará con el gobierno de Trump para detener a inmigrantes indocumentados que hayan cometido sólo delitos menores y entregarlos a las autoridades federales.
Las directrices emitidas el martes pasado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) establecen que prácticamente todos los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos son susceptibles de ser deportados.
Los nuevos lineamientos representan un cambio dramático respecto a las políticas del ex presidente Barack Obama, enfocadas en deportar personas con historiales criminales o que supusieran una amenaza a la seguridad nacional.
En ese sentido, Nueva York refrendó su estatus como “ciudad santuario”, lo que significa que no cooperará con la autoridades migratorias salvo en casos en que un juez haya ordenado la detención y entrega de un inmigrante indocumentado.