Pese a la humedad y calor de este día, decenas de capitalinos disfrutaron este viernes del inicio de actividades del Festival de Flores y Jardines 2017.
Recargados en las rejas y armados con sombreros y lentes de sol, adultos y niños “que decidieron irse de pinta”, estaban listos al mediodía para recorrer los espacios coloridos del Jardín Botánico de Chapultepec.
Hormigas y uno que otro grillo -representativos de este festival- acompañaron a los visitantes, algunas mariposas amarillas decidieron unirse al recorrido por los 13 jardines elaborados por paisajistas y expertos en jardinería, botánica y horticultura, así como diseñadores, estudiantes y arquitectos.
La exposición que concluye el domingo 30 de abril y cuyo acceso es gratuito, contaba ya después del mediodía con una variedad de visitantes y algunos distraídos, que atraídos como abejas a las flores, y sin saber de qué iba el asunto, decidieron ingresar al Jardín Botánico del Bosque de Chapultepec.
Algunos de los caminos llevaban a árboles, cuyos troncos vestidos con coloridos tejidos de crochet con diversas figuras conformadas por estambres verdes, amarillos y azules, unían a cada uno ello mediante la intervención del colectivo mexicano Lana Desastre.
Además de una exposición de Arte y Naturaleza, en donde siete artistas como Diego Pérez, Sergio Picaño y Ernesto Morales, expusieron también sus obras con la finalidad de generar consciencia por el cuidado del medio ambiente.
El espacio de arte y flores, una exposición de 17 diseños florales creativos no se quedó atrás, y una cama elaborada a base de hojas y flores rojizas invitaba a los curiosos a tomar una pequeña siesta. En ese mismo espacio, un Quetzalcoatl floral de gran tamaño observaba a la distancia a un par de maniquís vestidos con verdes y elegantes trajes de hojas.
Estos sitios ofrecen la posibilidad de interactuar con plantas y flores multicolores, y algunos integraron elementos como el agua, el chile o rocas.
También hay un mercado de plantas con especies variadas, así como una amplia oferta de ropa, pequeños jardines que viven en maceteros de cristal, salsas y tés artesanales, así como un espacio de alimentos, bebidas y helados para el disfrute de los capitalinos y turistas.