Ruta social de la marihuana medicinal en México

Voces y datos recabados por Vértigo definen la esencia legal, el proceso de comercialización y como adquirir productos terapéuticos

Norberto Vázquez
Nacional
Aprobación marihuana
Foto: Juan Bernal.

El 10 de agosto de 2016 el juez tercero de Distrito en Materia Administrativa, Martín Santos Pérez, les otorgaba un amparo a los padres de la pequeña Grace, de tan solo ocho años y quien sufría hasta 400 convulsiones epilépticas al día, autorizándolos así a importar y utilizar cannabidiol, un aceite derivado de la marihuana, como parte del tratamiento médico para mejorar el estado físico de su hija, lo que entreabrió una rendija al debate sobre el uso terapéutico de la marihuana en el país.

Y con base en los resultados del debate, el Congreso de la Unión recién abrió ya de par en par la puerta al uso médico de esta hierba milenaria, con una reforma a la Ley General de Salud y al Código Penal Federal para establecer que ya no será un delito la siembra, cultivo y cosecha de marihuana, siempre y cuando tenga fines medicinales y científicos.

Los legisladores señalan que con ello millones de personas que sufren padecimientos como VIH-sida, algunos tipos de cáncer, glaucoma, esclerosis, epilepsias y otras enfermedades, se verán beneficiadas.

Así, luego de un largo y profundo análisis del asunto, frente a los exhortos de ciudadanos con niños, adolescentes y adultos mayores enfermos que requieren sustancias de este tipo para aliviar sus males, el Poder Legislativo dio un primer paso para aceptar el uso medicinal de la marihuana y turnó la reforma al Poder Ejecutivo para su publicación en el Diario Oficial de la Federación.

Asimismo, dio la ordenanza legal para que la Secretaría de Salud (SSA) sea la encargada de diseñar y ejecutar las políticas públicas que deben regular el uso medicinal de los derivados farmacológicos de la cannabis sativa, índica y americana, entre los que se encuentra el tetrahidrocannabinol (THC), sus isómeros y variantes estereoquímicas.

Estos son los datos y las voces recabadas por Vértigo sobre la esencia legal para sus usos, el proceso de comercialización y la forma en que la ciudadanía podrá adquirir esos productos con fines terapéuticos.

Indicadores

La marihuana es el enervante más consumido a nivel mundial, según la Organización de Naciones Unidos (ONU): en 2016, apunta, había 180.6 millones de consumidores de cannabis en el mundo.

En México, según datos del Consejo Nacional contra las Adicciones (Conadic), 1.2% de la población de entre doce y 65 años consume marihuana.

En cuanto a las enfermedades que son tratadas ya en diversos países con marihuana, la Sociedad Americana contra el Cáncer asevera que fumar cannabis en pequeñas cantidades ayuda a aliviar las náuseas y otros efectos colaterales por la quimioterapia, además de que aumenta el apetito en los pacientes con cáncer.

Un estudio llevado a cabo por el Grupo de Investigación en Cannabinoides de la Universidad Complutense de Madrid revela por su parte que el uso de marihuana en un modelo de esclerosis múltiple en ratón demostró una mejora notoria que incluyó una más lenta progresión de la enfermedad.

El tetrahidrocannabinol (o THC) que contiene la marihuana ayuda también, en pequeñas porciones, a detener la progresión de la enfermedad de Alzheimer, según un estudio reciente de neurocientíficos de la Universidad del Sur de Florida.
Henry D. Jampel, profesor de Oftalmología en el Instituto Oftalmológico Wilmer de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, Estados Unidos, y especialista activo en glaucoma, revela en un estudio que “una de las alternativas que frecuentemente se analiza para el tratamiento del glaucoma es fumar marihuana, ya que esta práctica efectivamente reduce la presión ocular. El dato que suele no valorarse es el hecho de que el efecto de la marihuana en la presión ocular tiene una duración de tan solo tres a cuatro horas, lo cual significa que para reducir la presión ocular a toda hora sería necesario fumar marihuana entre seis y ocho veces por día”, detalla.

No obstante, del otro lado de la moneda, de acuerdo con el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional la marihuana puede producir enfermedades como la esquizofrenia, uno de los padecimientos mentales más asociado con el consumo de esta droga.

Asimismo, señala que su uso aumenta el riesgo de sicosis hasta 700% para los consumidores de altas dosis.

Los diagnósticos del Cinvestav añaden que además disminuye las funciones cognitivas, favorece la falta de retención y produce pérdida de memoria a corto plazo.

Igualmente, fumar cannabis puede causar daños al sistema inmunológico; en las mujeres desencadena un ciclo menstrual irregular y en los hombres una baja de la carga espermática.

Aprobado

Con las reformas a la Ley General de Salud y al Código Penal Federal, se ordena a la SSA normar la investigación y producción nacional de los derivados farmacológicos de la marihuana.

De esta manera, la instancia federal “será la encargada de la autorización para importar estupefacientes, sustancias sicotrópicas, productos o preparados que los contengan, incluyendo los derivados farmacológicos de la cannabis”, estipula el dictamen.

Además, “la Secretaría de Salud deberá diseñar políticas públicas que regulen el uso medicinal de los derivados farmacológicos de la cannabis sativa, índica y americana o marihuana, entre los que se encuentran el tetrahidrocannabinol, sus isómeros y variantes estereoquímicas, así como de normar la investigación y producción nacional de los mismos”.

Así que “la siembra, cosecha y cultivo de la planta será permitido si se cumple con los términos que establezca la Secretaría de Salud y si estas actividades son con fines medicinales”, se plantea.

El dictamen reconoce que “el tetrahidrocannabinol (THC) con concentraciones superiores a 1% tiene algún valor terapéutico, pero constituye un problema grave para la salud pública, como lo es (en el caso de) la anfetamina; sin embargo, las que tienen 1% o menos de THC tienen amplios usos terapéuticos y constituyen un problema menos para la salud pública”.

El texto afirma que “se ha demostrado que eluso terapéutico de la cannabis puede ayudar a 40 distintas enfermedades” y que en México se prohibió “hasta el uso del cáñamo, que no tiene efecto sicotrópico, ya que el efecto depende de las mezclas, cantidades y proporciones”.

De manera concreta, precisa: “El dictamen elimina la prohibición y penalización de los actos relacionados con el uso medicinal de la marihuana y su investigación científica, y de aquellos que atañen a la producción y distribución de la planta para estos fines, para permitir en el país el uso medicinal y científico de la cannabis sativa o marihuana”.

Legisladores

Abel Murrieta, diputado del PRI, integrante de la Comisión de Justicia, expresa que está comprobado científicamente que la marihuana tiene propiedades que pueden ayudar al control de ciertas enfermedades.

“El Consejo Nacional contra las Adicciones emitió una publicación donde explica el potencial terapéutico de este tipo de fármacos, que pueden ayudar a tratar el cáncer, VIH-sida, glaucoma, esclerosis y algunas formas de epilepsia”, señala.

Murrieta Gutiérrez indica que también deberán reforzarse los programas y acciones sobre control, tratamiento, rehabilitación y, sobre todo, prevención en el consumo de cannabis.

“Habrá beneficios para todos aquellos mexicanos que el día de hoy se encuentran sufriendo alguna enfermedad que es posible tratar con los derivados de la cannabis”, afirma.

El presidente de la Comisión de Salud, el panista Octavio Íñiguez, resalta por su parte que el dictamen no tiene tintes partidistas sino que ha sido trabajado en conjunto con diferentes partidos políticos: “Este tema ha generado muchos temores y debates muy intensos. Ello nos demuestra, y muestra, una sociedad más participativa y exigente con sus representantes. La discusión no ha sido nada más nacional: hemos ido a foros internacionales”.

Subraya que el dictamen es acorde con las necesidades de los pacientes que requieren derivados de la cannabis. “Se establece claramente que no habrá otro uso no permitido. La Comisión de Salud sacó este dictamen a favor, porque el compromiso sigue siendo con los mexicanos”.

Arturo Álvarez, del Partido Verde, señala en tanto que habrá beneficios médicos y terapéuticos con el uso de la sustancia activa de la marihuana. No obstante, agrega, “como Poder Legislativo debemos empezar a encontrar alternativas distintas para enfrentar un cáncer que aqueja al país: la violencia derivada de actividades ilícitas alrededor del uso no solo de marihuana, sino de las demás sustancias prohibidas que existen”.

Y a futuro, comenta: “La aproximación que hasta el momento han tenido los distintos órdenes de gobierno en el combate a los estupefacientes no ha sido satisfactoriamente productiva. Esto dará pie, y será un paso en la dirección correcta, para explorar nuevas alternativas para que el uso regulado, vigilado, permitido y autorizado por las autoridades sea verdaderamente un nuevo frente de batalla al afrontar tanto adicciones como violencia derivada de actividades ilícitas de siembra, trasiego y consumo de enervantes”.

Expertos

Algunos especialistas consideran positiva la aprobación del uso medicinal de la marihuana, aun cuando coinciden en indicar que persisten muchas dudas sobre el tema, sobre todo en cuanto a regulación.

“Lo complicado es la regulación: cómo se hará la venta, la distribución… y sobre todo quién vigilará que se esté cultivando con fines médico y no para venta ilegal”, expresa por ejemplo Lorenzo Soberanes Maya, ex presidente del Colegio de Médicos Cirujanos de Ciudad Juárez AC.

“¿Quién la va a prescribir? ¿Quién dictaminará si eres usuario, si debes utilizarla o no? No hay nada estructurado, es una de las cosas más preocupantes. Nadie sabe cómo es que se regulará, cómo se diagnosticará… No hay criterios definidos para eso”, comenta.

Sergio Rueda, especialista en adicciones y presidente de la Junta Mexicana en Adicciones, Alcoholismo y Tabaco, señala por su parte: “Es una excelente aprobación y ojalá no quede a medias. Cada vez son más los estudios científicos que avalan el uso medicinal de la marihuana en muchas áreas, desde la epilepsia, pasando por el cáncer y hasta otro tipo de trastornos siquiátricos donde ha mostrado una impresionante efectividad”.

Puntualiza que se trata de un producto altamente accesible, una planta que crece mucho en todo tipo de terreno y clima a nivel nacional.

“Lo ideal sería permitir a las personas producir su propia marihuana de carácter medicinal, para que sea de beneficio para las personas que tienen esas enfermedades y trastornos. Se ha esperado muchos años para esta aprobación”, afirma.

Y asevera: “Su eficacia medicinal está demostrada una y otra vez. Incluso es más útil en lo que se ha denominado la epidemia del siglo, que es la utilización de diazepam y tafil, adicciones más potentes y más terribles que el uso de la marihuana como sedante”.

Compromiso

José Narro, secretario de Salud, reconoce a la Cámara de Diputados por la aprobación del uso medicinal de la cannabis y rechaza que con esta medida se abra la puerta a otros usos de la hierba.

“La secretaría agilizará los trámites para implementar las modificaciones que permiten el uso medicinal de la marihuana, una vez que sean promulgadas lasreformas a la Ley General de Salud”, advierte.

Narro resalta que las modificaciones aprobadas permitirán al país contar con medicamentos derivados de la marihuana, así como desarrollar investigaciones e innovaciones en el estudio de la cannabis.

“Está muy claro cuál es en este momento la dimensión y el alcance de las reformas aprobadas por las cámaras; y se refieren a eso nada más. Tenemos un enorme compromiso para facilitar y agilizar procesos que permitan hacer todo lo que se tiene que hacer a partir de que la ley nos dé esa responsabilidad”, puntualiza.

Adelanta que en breve se hará un relanzamiento del Programa de Prevención y Atención de las Adicciones: “Lo que haremos es dar a conocer acciones que fortalezcan las actividades preventivas de educación en materia de salud a nuestras niñas, niños y adolescentes; tenemos que informarlos. Lo mejor que podemos hacer para prevenir es educar, informar y promover la salud”.