Un juez argentino decretó la quiebra de la Fundación Madres de Plaza de Mayo y le prohibió salir del país a su presidenta, la dirigente de derechos humanos Hebe de Bonafini.
La resolución del juez Fernando J. Perillo respondió así a la demanda de un ex trabajador que reclama pagos incumplidos por la Fundación.
Después de analizar el caso, el juez comprobó la insolvencia del organismo, que ahora comienza un proceso de incertidumbre.
La decisión judicial ratifica la crisis que enfrenta una de las organizaciones de derechos humanos más importantes del país sudamericano y que cuenta, además, con prestigio internacional.
Madres de Plaza de Mayo nació en los años setenta y fue creada por mujeres que buscaban a sus hijos desaparecidos durante la dictadura.
En los años ochenta, la organización se dividió en dos grupos: la Asociación que preside De Bonafini y Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
El grupo que encabeza de Bonafini fue víctima de un fraude por el que ya fue procesada su presidenta, el ex apoderado de la Fundación, Sergio Schoklender y ex funcionarios del pasado gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
En su fallo, el juez advirtió la eventual clausura de la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo que el gobierno de Mauricio Macri tiene intenciones de intervenir.