La Representación Comercial de la Casa Blanca puso en marcha la primera audiencia sobre la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con México y Canadá, en medio de una protesta de activistas opuestos al libre comercio.
Una treintena de manifestantes, incluida la representante demócrata de Connecticut, Rosa DeLauro, se apostó fuera de las instalaciones de la Comisión Internacional de Comercio (USITC, por sus siglas en inglés) para pedir que el TLCAN sea reemplazado con un nuevo acuerdo.
“Detengamos los acuerdos comerciales secretos”, rezaba una de las pancartas de organizaciones como Ciudadano Público, USA Jobs y Food&Water Watch.
Dentro de la audiencia, el primer panel fue asignado a la industria textil y del calzado, con la mayoría de sus integrantes defendiendo la importancia del TLCAN, aunque apoyaron la decisión de la administración Trump de actualizarlo.
David Spooner, abogado de US Fashion Industry Association, sostuvo que el acuerdo con México y Canadá es vital para ese sector estadunidense y que cualquier intento de desmantelarlo afectará los puestos de ocupación.
El TLCAN debe mantenerse como un acuerdo trilateral, garantizarse su continuidad y mejorar los mecanismos de cumplimiento.
Spooner propuso que el TLCAN incluya una nueva reacción para codificar los avances de Estados Unidos, México y Canadá en materia de cooperación aduanal.
Augustine Tantillo, presidente del Consejo Nacional de Textiles, sostuvo que la administración Trump debe enfocarse en la renegociación de las reglas de origen para el caso de textiles, pero señaló que debe haber una renegociación “al mayoreo”.
Tantillo mencionó que el TLCAN ha resultado en un “problema significativo” que permite a México y Canadá introducir a Estados Unidos grandes cantidades de textiles con materiales procedentes de Asia y pidió remediar el problema durante la modernización del acuerdo.
Randy Price, director de abastecimiento de America’s VF Corporation, pidió a los negociadores estadunidenses aplicar la filosofía de “no hacer daño” a lo positivo del TLCAN, mantenerlo como uno pacto trilateral y negociarlo lo más rápido posible.
“Por favor no se retiren del TLCAN y no lo hagan inoperable”, dijo Price, quien señaló que si Estados Unidos desea reabrir el capítulo textil, debe proceder “cautelosamente”.
La primera audiencia del TLCAN tendrá unas doce horas de duración con la presencia de decenas de empresarios estadunidenses.
Aunque inicialmente se tenía programada sólo una audiencia, la Representación Comercial de la Casa Blanca recibió más de doce mil comentarios durante el periodo de consultas, por lo que decidió celebrar tres días de sesiones el 27, 28 y 29 de junio.