EL 50 ANIVERSARIO DEL PLAN DN-III-E

Se emitió una moneda conmemorativa de 20 pesos

Javier Oliva Posada
Columnas
Aniversario Plan DN-III
Foto: Notimex

Con motivo de tan relevante acontecimiento el Congreso de la Unión autorizó la emisión de una moneda conmemorativa de 20 pesos con el emblema del Plan DN-III-E y la ceremonia se realizó el pasado miércoles 12: fue el marco apropiado para que el general Salvador Cienfuegos Zepeda, secretario de la Defensa Nacional, refrendara la identificación entre la sociedad y sus Fuerzas Armadas.

El Plan de Auxilio del Ejército y la Fuerza Aérea, creado en 1965, se aplicó por primera vez en 1966 a causa del desbordamiento del río Pánuco, que afectó a miles de familias en Tamaulipas y Veracruz.

De entonces a la fecha, y desde 1996 como Plan DN-III, la logística, despliegue y aplicación del mismo se ha llevado a 42 países, en apoyo a prácticamente la totalidad de las naciones del continente americano, incluyendo a Estados Unidos.

Ese impresionante despliegue de solidaridad y apoyo internacional le ha valido al Ejército Mexicano y la Fuerza Aérea, en este caso, un amplio reconocimiento para atender con toda oportunidad y en las mejores condiciones posibles a numerosos grupos de civiles afectados en amplias zonas. Incluso países como Irán e Indonesia han sido testigos de la capacidad de nuestras Fuerzas Armadas para solventar en situaciones críticas la pérdida de infraestructura y casas.

No hay duda de que el Plan DN-III es uno de los principales referentes en México —junto con el Plan Marina de la Armada— sobre la forma en que la legitimidad e identificación entre las Fuerzas Armadas y la población se construyen.

Con objetivos primarios e inmediatos ante los desastres, como son la protección de las personas, sus bienes y la recuperación del equilibrio ecológico y ambiental, es que el Ejército Mexicano y la Fuerza Aérea se han ganado un lugar fundamental en el funcionamiento y sostenimiento de nuestra democracia y sistema político.

Héroes

Muy importante y acertado fue reconocer, por parte del general Cienfuegos, la entrega hasta la muerte de 48 soldados, nuevos héroes, como bien los llamó porque han fallecido por servir a la nación y a sus conciudadanos, desde que se aplicó por primera vez el plan y hasta nuestros días. Debe recordarse ese ejemplar sacrificio por los demás y por el buen nombre de la institución, ya que los momentos por los que atraviesa México demandan, en efecto, ciudadanos que pongan el ejemplo y den lo mejor de sí.

A lo largo de la historia reciente, pero cada vez con más frecuencia, las Fuerzas Armadas son en una buena cantidad de países el primer y principal recurso institucional para atender a la población en situaciones de desastre, cualquiera que sea su origen. Esto se explica, sobre todo, por su capacidad de organización, cobertura territorial y disposición para la acción.

En México, debido a sus características geográficas en general, los desequilibrios naturales se han agudizado como consecuencia directa del cambio climático, exigiendo al Estado contar con las condiciones para hacer frente a las devastaciones.

Sin duda, la moneda conmemorativa de 20 pesos emitida por el Banco de México y la Casa de Moneda es una más que adecuada y propicia forma para mantener la cercanía de la población con sus Fuerzas Armadas. La confianza ciudadana en esta institución es, a su vez, una de las principales bases para el buen funcionamiento de nuestra democracia.