Prisión a quien opere estaciones de radio ilegales

Chiapas y Oaxaca, con más emisoras irregulares detectadas.

Jorge Moncada Larrañaga
Nacional
Benjamín Medrano.
Cuarto Oscuro

Con el propósito de inhibir la usurpación de frecuencias radiales o su uso sin autorización o concesión formal alguna, el diputado Benjamín Medrano Quezada (PRI), secretario de la Comisión de Radio y Televisión, presentó una iniciativa para castigar con penas de hasta seis años de cárcel y 300 días de multa a quien cometa este delito.

La propuesta (que añade un Capítulo I Ter al Título Quinto Libro Segundo del Código Penal Federal) establece en su artículo 172 “que al que use, aproveche o explote bandas de frecuencia del espectro radioeléctrico o recursos orbitales sin contar con autorización o concesión, se le impondrá prisión de dos a seis años y de 100 a 300 días de multa, así como decomiso de los instrumentos, objetos o producto del delito, cualquiera que sea su naturaleza”.

Precisa, en una modificación al artículo 304 de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, “que aquellas personas sancionadas por prestar servicios de telecomunicaciones o de radiodifusión sin contar con concesión o autorización tendrán una inhabilitación de hasta cinco años para obtener una concesión en el rubro”.

La iniciativa, turnada a la Comisión de Comunicaciones y Transportes, explica que “aún existen claroscuros en la aplicación de la reforma en materia de telecomunicaciones, y esto se demuestra con la existencia de la radio pirata, es decir, radiodifusoras que prestan servicios sin contar con la concesión que marca la ley”.

Señala que de acuerdo con versiones periodísticas, “entre 2013 y 2015, el Instituto Federal de Telecomunicaciones detectó 235 estaciones pirata de radio y televisión que tendrían que haber pagado alrededor de once millones 801 mil 507 pesos por derechos anuales y el otorgamiento de concesión”.


Y destaca la iniciativa: “Entidades como Chiapas y Oaxaca son donde más estaciones sin concesión se hallaron, aunque también se presentaron casos en el Estado de México, Puebla, Morelos y la Ciudad de México. En su mayoría, dichas estaciones de radio tienen un uso de tipo religioso y esotérico, e incluso algunas han sido relacionadas con el crimen organizado”.