El ingenio del mexicano ha sido sobresaliente en las historias del cine fantástico, pero es una lástima y un misterio que no se hayan hecho más películas de zombis, opinó el crítico José Xavier Návar.
En la filmografía del luchador Santo, El Enmascarado de Plata, sobresale El Santo contra los zombis (1961), dirigida por Benito Alazraki y en la que actúan Armando Silvestre, Jaime Fernández, Dagoberto Rodríguez, Irma Serrano y Lorena Velázquez, entre otros. Se trata de la única película del género, sostiene el escritor.
La historia comienza cuando Gloria Sandoval (Lorena Velázquez) denuncia ante las autoridades que su padre, el Profesor Sandoval, desapareció cuando se dirigía a una editorial para llevar los originales del libro que escribe acerca de la existencia de zombis.
Los zombis son el resultado de un experimento en el laboratorio de un misterioso hombre con máscara. Secuestra a personas del sexo masculino para inyectarles una solución en el brazo y tras recostarlos en una camilla, acciona la palanca que los convierte en seres anormales.
Su propósito consiste en secuestrar a más personas y cometer actos ilícitos. Con una barra de acero como herramienta de ataque, a paso lento, con movimientos rígidos, sin gesticulaciones y ataviados con trajes platinados, leggins, cinturón y botines, los zombis andan por la ciudad mientras reciben órdenes por medio de un radio.
“Si analizamos las series y películas bajo ese concepto, comprobaremos que El Santo contra los zombis es un filme atípico, pero en los años sesentas tuvo mucha repercusión. No es que sean personajes de risa, simplemente asustan poco”, comentó José Xavier Návar, coautor del libro Historia ilustrada del cine de luchadores. ¡Quiero ver sangre!
En opinión de Návar es un misterio que no se hayan realizado más filmes de este tipo porque incluso, en aquella época, Cuba lanzó una gran producción y hasta con menores presupuestos.
“Es probable que no le haya interesado a la industria y lo cierto es que tampoco había mucho que invertir, pues para representar a un zombi bastaba con ponerle ropas andrajosas, que caminara rígido y quizá un poco golpeado, pero ya, no se requería de mayor ciencia, tampoco era un monstruo de The walking dead.