Cáncer infantil y juvenil en México pasa desapercibido

“Casi no hablamos de adolescentes, es como una población olvidada”.

Lorena Ríos
Todo menos politica
Cáncer infantil
HONGQI ZHANG

La población infantil, adolescente y juvenil en México presenta una incidencia creciente de casos de cáncer, pues se estima que cada año se reportan cinco mil casos nuevos, de los cuales pierden la batalla contra el terrible mal más de dos mil menores de 18 años, expuso Farina Arreguín González, oncóloga pediatra y jefa del Servicio de Oncología Pediátrica del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del ISSSTE.

El cáncer es la segunda causa de muerte en los menores entre los cuatro y doce años de edad, por lo que es una prioridad mejorar el diagnóstico oportuno de esta enfermedad y por supuesto mejorar el tratamiento. “Los tres principales tipos de cánceres que afectan a la población pediátrica en México son las leucemias agudas, seguidas de los linfomas y los tumores del Sistema Nervioso Central”, refirió.


La oncopediatra mencionó que la mortalidad de cáncer infantil es de 52%, es decir, de cinco de cada diez niños logran superar la enfermedad en un lapso de cinco años, sin embargo en otros países desarrollados la sobrevivencia es mayor, pues logran curarse del cáncer ocho de cada diez menores de edad. “Para que se pueda llegar a este 80% definitivamente se deben conjuntar varios factores, primero tener acceso a un Sistema de Salud, al llegar al hospital debe existir un médico que haga el diagnóstico correcto y que este médico haga una referencia oportuna a un centro que esté capacitado en el tratamiento de cáncer. Y en los hospitales se dé la atención especializada para tener éxito sobre la enfermedad”, dijo.

Advirtió Farina Arreguín que la mortalidad es mayor en el segmento de adolescentes 10-14 años. “Casi no hablamos de los adolescentes, es como una población olvidada, no tienen un espacio especial, porque ni son niños, pero tampoco adultos. Definitivamente el cáncer en este grupo etario es muy difícil, pues es una población de alto riesgo, ya que en ellos por los cambios del crecimiento y hormonales desconocen qué es lo normal y lo que no es. Es mucho más difícil diagnosticar y sospechar el cáncer en este grupo de edad”.


Muchas veces el dolor de huesos en los menores, las madres lo atribuyen al mismo proceso de crecimiento. O bien, los adolescentes al tener dolor o percibir un crecimiento de sus testículos, no informan a los padres, por pena y temor.

Por ello, en el 35 Congreso Nacional de Oncología que se realizará del 17 al 21 de octubre, en la ciudad de Querétaro, se abordará el tema del cáncer en jóvenes. “Porque el cáncer en este grupo tiene un comportamiento muy diferente, mucho más agresivo y donde se requiere un mayor apoyo sicológico, rehabilitación, ejercicio, cuidados paliativos, así como información de la oncofertilidad, donde en algunos casos la fertilidad queda limitada, entre otros aspectos”, resaltó la especialista.