Insecticida usado en floricultura pone en riesgo la salud

Detectan en embarazadas y recién nacidos residuos de plaguicidas tóxicos.

Redacción
Todo menos politica
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Andrey Kekyalyaynen

Detrás del cultivo de una flor hay una industria que pone en riesgo la salud de trabajadores, mujeres embarazadas y de sus hijos, provocando desequilibrios hormonales debido a la exposición y uso previo de plaguicidas prohibidos hace décadas, pero que aún están presentes en el ambiente.
De acuerdo con Mariano Cebrián García, investigador del Departamento de Toxicología del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav), se detectó en sangre de mujeres embarazadas residentes en un área del Estado de México, dedicada a la floricultura, la presencia de DDE, un metabolito del DDT, en una concentración media de 63.6 ng/g (nanogramo por gramo).
El DDT es un plaguicida organoclorado que fue ampliamente utilizado en la agricultura y en el combate a vectores transmisores de paludismo, pero prohibido por su alta toxicidad en Estados Unidos desde 1972 y en México en 1992. Estudios en poblaciones humanas han mostrado que la exposición a DDE está asociada a alteraciones en el desarrollo cognitivo y sicomotor infantil.
El investigador explicó que los plaguicidas organoclorados son disruptores endocrinos, es decir, son capaces de mimetizar o alterar la función de diversas hormonas. Las pruebas, hechas en roedores, han sugerido que la exposición a dicho tóxico está asociada con alteraciones en el nivel sérico (del suero sanguíneo) de las hormonas tiroideas, las cuales a su vez desempeñan un papel fundamental en el desarrollo neurológico de todas las especies.
El equipo científico estudió a 430 mujeres embarazadas no ocupacionalmente expuestas a dichos plaguicidas, a las cuales dio seguimiento desde la concepción hasta el cuarto mes del embarazo.

En el estudio se encontró una alta proporción (56%) de mujeres embarazadas con bajas concentraciones de hormonas tiroideas, anomalías que se han asociado con alteraciones en el desarrollo cognitivo y sicomotor infantil.

La floricultura representa una de las principales actividades económicas en los estados de México y Morelos, razón por la cual el uso de plaguicidas en el momento actual se considera inevitable. Sin embargo, puede disminuirse su impacto sobre la salud si las empresas proporcionan entrenamiento y equipo de protección para el manejo adecuado de estas sustancias tóxicas, y así reducir los costos de las enfermedades que generan y que actualmente son asumidos por el trabajador, su familia y la seguridad social.
El estudio se realizó en colaboración con científicos del Instituto Nacional de Salud Pública y de la Universidad Autónoma de Coahuila.