Nuevas opciones terapéuticas para presbicia o vista cansada

Es un defecto refractivo que afecta la salud visual.

Redacción
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Presbicia
Foto: Cortesia Nucleus by CRM

El 81% de las personas con ceguera o discapacidad visual moderada a grave son mayores de 50 años y de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la población con edad avanzada irá en aumento, las cuales estarán en riesgo de sufrir discapacidad visual por enfermedades oculares crónicas.

Aunque la presbicia no es una enfermedad como tal, es un defecto refractivo que afecta la salud visual y calidad de vida de quien lo padece, debido al envejecimiento natural del cristalino que pierde flexibilidad y se vuelve rígido. Al no tener la misma capacidad de movimiento para enfocar disminuye progresivamente la visión cercana.

La presbicia, también conocida como vista cansada, llega alrededor de los 40 años de edad y se desarrolla en distintos niveles de gravedad dependiendo de la salud general con la que esté envejeciendo la persona que la presenta. Es una de las afecciones visuales más comunes en los adultos mayores.

Ante esto, Jaime Ferrer, Cirujano Oftalmólogo de la Clínica Omnilaser indica: “A pesar de que la presbicia no se puede prevenir ni evitar, ya que es un proceso degenerativo natural que viene con la edad, existen soluciones quirúrgicas para corregir el problema, como PresbiMax Híbrido, que por medio de un laser Excímer especializado crea un tratamiento multifocal en el ojo, como los lentes progresivos o multifocales comunes de armazón. Esto permite corregir tanto los errores refractivos de miopía, hipermetropía y astigmatismo, como ayudar a corregir la presbicia. Ésta técnica ha sido exitosa en Europa y Oriente, dando libertad a los pacientes de no depender 100% de los lentes”.

Otra alternativa positiva es el procedimiento de Visión Monocular Preferencial, la cual hace que el ojo dominante vea bien de lejos y el no dominante vea bien de cerca. Aunque no compromete como tal la vista intermedia, puede tomarle tiempo al paciente adaptarse a esta técnica.

“Es muy importante hacerse revisiones oftalmológicas periódicas, mínimo una vez al año, para detectar oportunamente problemas de salud visual que se puedan presentar. Tratándose de adultos mayores podría ser más frecuente ya que el deterioro natural del cuerpo puede solicitar mayor atención, como cataratas, retinopatía diabética, degeneración macular, etc”, aseguró Ferrer.