PRI: en ruta de recomposición

Pone en marcha una Comisión de Diagnóstico  

Norberto Vázquez
Nacional
PRI
Foto: Archivo.

Ciudad de México, 13 de agosto. Fundado para consolidar el control político después del derramamiento de sangre de la Revolución Mexicana el hoy Partido Revolucionario Institucional (PRI) nació bajo el argumento de responder a una excesiva concentración de poder en un solo hombre en el largo gobierno dePorfirio Díaz: el partido gobernó continuamente desde 1929 hasta 2000 y de nuevo a partir de 2012, pero este 1 de julio fue desplazado con creces.

El PRI pasó a ocupar el tercer lugar como fuerza política tras alcanzar el porcentaje más bajo de votos en su historia electoral, por lo que dirigentes y militancia buscan ahora recomponerse para responder a la nueva realidad democrática nacional.

Gracias a una mezcla de corporativismo y clientelismo político el partido tuvo éxitos notables prácticamente durante siete décadas del siglo pasado, forjando importantes instituciones y diseñando la ruta del sistema político mexicano: definido como la “dictadura perfecta” por el escritor peruano Mario Vargas Llosa el PRI se distinguió en toda América Latina por el grado de estabilidad que mantuvo durante los 71 años que gobernó ininterrumpidamente, para luego tener un impasse de doce años y volver al cabo para administrar el país otros seis años.

Alguna vez dueño del destino político de la mayoría de los gobiernos estatales y municipales así como totalidades legislativas en las cámaras de Diputados, Senadores y los Congresos estatales, el Revolucionario Institucional ha visto menguar gradualmente su importancia en gran parte de estos cargos públicos y arrancará el próximo sexenio presidencial con una representación históricamente baja: nunca se había visto un número tan limitado de legisladores priistas.

Sin duda el partido fundado en 1929 por el general Plutarco Elías Calleses una de las marcas más exitosas en la política del siglo XX en México, pero la derrota de los comicios del 1 de julio dejó su futuro en entredicho, por lo que diversas voces de sus principales dirigentes recabadas por Vértigo analizan su futuro inmediato para acoplarse a un inédito espacio político.

Tiempos

Hoy el PRI tiene en su poder la Presidencia de la República, 207 diputados federales, 44 senaduríases decir, elequivalente a más de 40% de la representación en el Congreso de la Unión—, 15 gubernaturas, 850 municipales, 387 diputados locales y 21 Congresos estatales con mayoría absoluta.

En 2006 se había dado la peor votación para el PRI en su historia porque además de perder por segundo sexenio la Presidencia —con la candidatura de Roberto Madrazo— y la mayoría en el Congreso legislativo quedaron como tercera fuerza política con poco más de 22% de los votos.

Sin embargo en 2018 superó esa marca porque apenas alcanzaron entre 15 y 16% de la votación nacional, perdieron el Poder Ejecutivo —con José Antonio Meade como abanderado—, las ocho gubernaturas que se disputaron y la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, quedando de nuevo en tercer sitio en el Poder Legislativo.

Con este resultado el PRI pierde además el control de los Congresos estatales en bastiones históricos como Hidalgo, Colima y Estado de México, así como en entidades donde había perdido la gubernatura pero mantenía el control legislativo local, como Sinaloa, Oaxaca, Morelos, Tabasco y Veracruz.

Ruta

Para la presidenta del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI, Claudia Ruiz Massieu, el pasado 1 de julio los mexicanos confirmamos nuestra vocación democrática y la fortaleza de nuestras instituciones: “En el PRI queremos que a México le vaya bien; por décadas hemos construido un sistema democrático que descansa en principios como el federalismo, la separación de poderes, un régimen de pesos y contrapesos y el respeto a la pluralidad; donde las voces que disienten se expresen en plena libertad, y donde el gobierno no solo se legitime por las mayorías electorales sino por el ejercicio cotidiano que beneficie a todos los mexicanos”, explica.

Comenta que “en el PRI asumimos con compromiso nuestra condición de oposición, conscientes de que en democracia las oposiciones tienen un papel y responsabilidad imprescindibles: garantizar que todos los grupos sociales y expresiones políticas cuenten con voz y representación”.

Y expone: “En el PRI seremos la oposición firme, crítica, constructiva y vigilante que el momento histórico que vivimos necesita. Defenderemos sin reservas el régimen federal, la soberanía de los estados y la libertad de los municipios. Respaldaremos las causas de los más necesitados, los derechos de los trabajadores y tendremos como prioridad la defensa de la dignidad de nuestros connacionales en el exterior”.

—¿Cómo va la recepción de propuestas para esta renovación del partido?

—Hemos decantado ya este proceso de reflexión, desde el 2 de julio, a través de todas las instancias del partido. Los comités directivos estatales, municipales, seccionales, los sectores, organizaciones, pero también los priistas en lo individual, los militantes en lo individual o en grupos de militantes, han manifestado ya alguna reflexión respecto de las causas que dieron el resultado del 1 de julio.

Ahora, añade Ruiz Massieu, “vamos con la creación de una Comisión de Diagnóstico que se integró con militantes de todo el país, atendiendo a la representación que tenemos en el Consejo Político Nacional (CPN), para que reciba todos estos ejercicios de reflexión; que puedan sistematizarlos, integrarlos en un pliego de conclusiones que hagan del conocimiento de todo el priismo mediante el CPN. Ya pusimos a disposición de todos los militantes del partido en nuestra página oficial un micrositio para que puedan enviarnos de manera directa sus reflexiones, ya sea en video, en una nota de voz o por escrito. Que haya también esta posibilidad de que cualquier militante se exprese de manera directa.

—Después de este diagnóstico ¿cuál será la consecuencia del análisis?

—Contaremos con un diagnóstico que sirva de punto de partida para poder iniciar lo que será una reflexión más amplia. Trabajos de deliberación más amplios en los siguientes meses donde los priistas definamos qué y cuál es la reforma que queremos para nuestro partido. Partir de un diagnóstico para de ahí pasar a una siguiente etapa. Este diagnóstico se integrará con las reflexiones que ya han estado ocurriendo, tanto en espacios institucionales como por parte de grupos de militantes o de militantes en lo individual.

Retos

René Juárez Cisneros, quien será coordinador de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, se hace la pregunta: “¿Cuál es el futuro de nuestro partido?” Y se responde: “Quiero un PRI en el que decidan los militantes. Hoy veo un PRI alejado de sus bases. Un PRI en el que se ha infiltrado la simulación. Veo una militancia que demanda gestión social. Veo un PRI que debe acomodarse a la nueva realidad social. Veo un PRI con necesidad de refundarse, de volver a sus orígenes. Donde las cúpulas no decidan sino que decidan sus militantes”.

Y agrega: “El reto que ahora enfrentamos nos exige una reflexión serena para entender la lección de la elección. Para regresar al poder debemos aprender de la derrota. La militancia debe expresarse”.

José Murat, presidente de la Fundación Colosio, dice a su vez que para elpartidoel reto es mayor. “Es el que tiene la mayor presencia territorial, con comités en toda la geografía nacional, que exigen cambios desde la base, no dictados desde la cúpula. Es una formidable fuerza política y electoral que no fue cabalmente detonada en una campaña presidencial vertical y excluyente, secuestrada por un grupo”.

El ex gobernador de Oaxaca argumenta que, sin embargo, “no podemos quedarnos solo en el diagnóstico crudo: hay que pasar a las acciones concretas para enmendar el camino y retomar la ruta del éxito, el reencuentro con la militancia de base y con la sociedad mexicana”.

La derrota “en los 300 distritos y en las 32 entidades del país nos habla de la necesidad de trascender los estrechos alcances del gatopardismo, el cambio cosmético para seguir igual, el reciclaje de las cúpulas y la conservación de las fórmulas caducas. Habrá que revisar lo que no funcionó y, a partir de ahí, sin contemplaciones ni medias tintas, transformarse para responder a los reclamos de las nuevas generaciones, los millennials, que no se sintieron mínimamente representados”, añade.

Como primer paso hacia su recomposición el PRI esperará los resultados de su Comisión de Diagnóstico con la finalidad de hacerse de un análisis que sujete los pormenores estructurales de la ruta que deberá seguir en los próximos años.

Comisión de Diagnóstico

Samuel Palma como presidente y Ernesto Gándara como secretario técnico, además de 33 vocales, la nueva comisión partidista recibirá hasta el 20 de agosto de 2018 todas las reflexiones que fortalezcan a este instituto político por parte de sectores, organizaciones, comités estatales, municipales y seccionales, así como de militantes por medio de la página www.consulta.pri.org.mx. Los integrantes de la Comisión de Diagnóstico compilarán las reflexiones, procesarán y elaborarán un pliego de conclusiones para presentar un informe pormenorizado al Consejo Político Nacional.