México, 6 Septiembre. Grupo Aeroméxico separó de sus cargos a los tres pilotos del vuelo 2431 accidentado el pasado 31 de julio en Durango, debido a que violaron los manuales, políticas y protocolos establecidos por la aerolínea.
En una carta enviada a los trabajadores, el director de la compañía, Andrés Conesa, dijo que lo anterior se da independientemente de las evidencias obtenidas por la Comisión Investigadora sobre el accidente.
“Este tipo de comportamiento es inaceptable y no vamos a tolerar por ningún motivo la conducta de estas personas pongan en riesgo la confianza que nos brindan más de 20 millones de clientes alrededor del mundo y sostén de nuestras 16 mil familias, por tal motivo estos tres pilotos ya han sido separados de la empresa”, señaló.
Afirmó que el rigor en el método y los protocolos de la compañía son esenciales en el trabajo diario, por lo que todo evento o situación irregular debe ser reportada inmediatamente sin importar jerarquía o procedencia, “nadie está por encima de la seguridad ni de nuestros valores”.
La víspera, la Comisión Investigadora presentó el informe de los hechos ocurridos y la empresa Aeroméxico las acciones de asistencia implementadas.
Dentro de la investigación se detectó una sesión de habilitación en ruta no autorizada, en la que un tripulante desarrolló las funciones de copiloto, con el acompañamiento del comandante, hasta que este le pidió los controles. La sesión no se llevó a cabo conforme a los protocolos establecidos, por lo que se dio aviso a la autoridad aeronáutica.
La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) afirmó que si bien esta situación no es causa del accidente, se iniciaron los procedimientos administrativos correspondientes para determinar responsabilidades y aplicar, en su caso, las sanciones que establece la normatividad.
De igual forma, dio a conocer que se emitirá una circular obligatoria para fortalecer los controles de acceso a la cabina y los protocolos, a fin de asegurar la concentración y disciplina que deben prevalecer en ella.
Hasta el momento, se concluyó que no existe evidencia de fallas mecánicas en la aeronave, ni de fallas humanas en la operación de esta, ya que no hubo información para que la tripulación considerara demorar el despegue y los ejercicios de simulador concluyeron todos con el mismo resultado.
Las evidencias obtenidas hasta el momento por la Comisión Investigadora apuntan a los factores climatológicos como principal línea de investigación.