NATURALEZA IMPULSIVA

Es importante comprender los efectos de la exposición en la naturaleza en cuanto a la salud.

Daniela Suárez
Columnas
Ilustración
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Hay quien cruza el bosque y solo ve leña para el fuego.

León Tolstoi


¿Y qué sería del ser humano sin la naturaleza? Sin esos paseos largos bajo la luna o los viajes bajo la lluvia. ¿Qué sería de nosotros si no miráramos al cielo o si de vez en cuando no respiráramos aire fresco? ¿Qué sería de las personas si no pudieran mirar las estrellas y si no pudieran susurrarle todos los secretos a ellas?

¿Qué sería del viento si no le lloráramos desde adentro? ¿Y qué sería de las sonrisas si las mañanas no pudieran presenciarlas? Para muchos la naturaleza es algo simple mientras que otros huyen del trajín constante con tal de estar en su presencia. Hay quienes piensan que el polen es demasiado dañino y hay veces en que las personalidades son más felices mientras lo puedan aspirar.


Y ahora resulta que la exposición a la naturaleza no solamente ayuda a que el ser humano mejore su percepción del espacio sino que esto también podría reducir la toma de decisiones impulsiva: muchos estudios vinculan la exposición a la naturaleza con el bienestar y ahora un nuevo estudio ayuda a explicar los mecanismos debajo de esta conexión entre el bienestar y el contacto con el afuera.

Para el estudio 609 adultos de alrededores distintos de Estados Unidos contestaron una encuesta; con ella los investigadores encontraron un efecto directo entre la exposición a la naturaleza y el impacto de la salud vía la toma de decisiones impulsiva. Resulta que las personas que reportaron que se encontraban cerca de un parque o reserva natural o vivían cerca de áreas verdes y pasaban más tiempo en contacto con la naturaleza tendieron a calificar con niveles mejores de impulsividad, lo cual se asoció con una mejora en la salud; esta asociación también se vinculó con el nivel de estudios de los participantes así como el salario.

Pertenencia

Los expertos siguieron las encuestas con un experimento aplicado a 66 estudiantes universitarios. Estos fueron asignados de manera aleatoria para que vieran fotografías de áreas naturales y de áreas rurales, ciudades y carreteras mientras completaban una tarea de impulsividad también conocida en neurosicología como “tarea de descuento por demora”. Esta se refiere a la tendencia de obtener gratificación instantánea en vez de una recompensa a largo plazo.

En este caso los participantes tuvieron que contestar si preferían tener aire limpio ahora o más días de mejor calidad de aire en el futuro. Después del estudio las encuestas revelaron que los participantes que habían visto fotos de naturaleza reportaron que el espacio alrededor de ellos se sentía más grande. Además esta percepción se vinculó con impulsividad reducida medida por la tarea de descuento por demora.

“Los resultados podrían tener implicaciones importantes para comprender los efectos de la exposición en la naturaleza en cuanto a la salud, al sugerir que con exposición prolongada a la naturaleza la toma de decisiones impulsiva que nos lleva a estrés, ansiedad, depresión y minimización del bienestar se puede reducir”, comentaron los expertos.

Si bien el estudio publicado por el diario Plos One es meramente una sugerencia considero que a pesar de todo el caos el hombre aún pertenece a la naturaleza.