París, 2 de diciembre de 2018.- El presidente francés Emmanuel Macron denunció la violencia desde la cumbre del G20 en Argentina y aseveró que quienes agredieron a la policía y vandalizaron el Arco del Triunfo “serán responsabilizados” por sus actos.
“La violencia nada tiene que ver con la expresión pacífica de un malestar legítimo”, declaró Macron desde Buenos Aires.
Subrayó que “nada justifica” los ataques hacia los policías, el saqueo de tiendas ni la quema de edificios, y se negó a responder las preguntas de los periodistas sobre la situación en París.
Los disturbios urbanos más violentos registrados en Francia en más de una década envolvieron el sábado el centro de París cuando activistas conocidos como “chaquetas amarillas” incendiaron vehículos, quebraron ventanas, saquearon negocios y pintaron grafitis en el Arco del Triunfo.
Los manifestantes, furiosos por el alza de los impuestos y el elevado costo de vida, se enfrentaron con la policía antidisturbios francesa, que cerró las zonas turísticas más populares de la ciudad, arrojó gas lacrimógeno y usó cañones de agua en su intento por sofocar el tumulto en las calles. Al menos 110 personas resultaron heridas.
Se trató del tercer fin de semana consecutivo de choques en la capital francesa en que participan activistas con chalecos amarillos fluorescentes que forman parte de un nuevo movimiento de protesta. Fue además la jornada urbana más violenta al menos desde 2005.
La escena contrastó marcadamente con otras protestas realizadas el sábado en Francia, en que las manifestaciones y bloqueos de calles en otros lugares se desarrollaron de forma predominantemente pacífica.
Miles de policías franceses fueron desplegados para tratar de contener la violencia, que inició el sábado por la mañana cerca del Arco del Triunfo y continuó hasta muy entrada la noche. La policía parisina informó que los disturbios dejaron 110 heridos, 20 de ellos agentes, y 224 personas fueron arrestadas.
Por la tarde, los enfrentamientos continuaron por varias calles que suelen ser recorridas por los turistas. Grupos de manifestantes crearon barricadas en las calles de París, incendiaron neumáticos, autos y contenedores de basura, arrojaron piedras contra los policías y destruyeron y saquearon negocios.
Algunos manifestantes retiraron las barreras que protegían la Tumba del Soldado Desconocido de la Primera Guerra Mundial, bajo el monumento del Arco del Triunfo, para posar cerca de su llama eterna y entonar el himno nacional.
Los manifestantes, algunos de ellos tapados con capuchas negras, apilaron grandes planchas de madera y otros materiales en medio de una calle próxima al Arco del Triunfo antes de encender los escombros.
Además del alza de impuestos, los manifestantes están molestos con el liderazgo del presidente Macron. La protesta celebrada el pasado fin de semana en París también acabó en disturbios.
Las movilizaciones, que comenzaron con los conductores manifestándose contra el alza de los gravámenes a los hidrocarburos, incluyen ahora una gama más amplia de demandas relacionadas con el alto costo de la vida en el país.