SIN LIBERTAD DE EXPRESIÓN LOS JÓVENES SON INVISIBILIZADOS

La libertad es una condición necesaria para pensar y poder aspirar a ideales democráticos.

Lorena Ríos
Columnas
Maestra Maricela Portillo
Foto: Especial

Una gran mayoría de los casi 40 millones de jóvenes que habitan el país enfrenta condiciones de pobreza, falta de oportunidades laborales y escolares, así como un desconocimiento de sus derechos, por lo que en algún momento han sido víctimas de actos de discriminación o rechazo por su vestimenta o aspecto, de acuerdo con datos del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

De igual forma el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve) señala que México cuenta con 37.5 millones de jóvenes de doce a 29 años, que representan 31.4% de la población. De estos, 6.8 millones tienen entre doce y 14 años; 10.8 millones entre 15 y 19 años; 10.7 millones entre 20 y 24, y 9.3 millones entre 25 y 29 años, sin duda un bono demográfico importante y que no se debe perder de vista.

Maricela Portillo Sánchez, coordinadora del Doctorado en Comunicación de la Universidad Iberoamericana (UIA), indica con preocupación al respecto que los adolescentes y jóvenes mexicanos viven en un ambiente de constante violencia, con pocas oportunidades para capacitarse y desarrollarse, carecen de espacios para expresarse e históricamente han sido invisibilizados, ya que no hay políticas públicas enfocadas en ellos.

Pero ahora con el cambio de administración existe la esperanza de que sus condiciones sociales, económicas y culturales cambien y no solo se les ofrezcan becas o el primer empleo sino apoyos y espacios que vayan más allá para que logren ser hombres y mujeres con un futuro sólido, comenta la ex presidenta de la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación (AMIC).

—¿Para usted qué es la libertad?

—En términos democráticos en un país como el nuestro, donde deberían estar aseguradas las garantías de todo orden y en particular la libertad de expresión, la libertad es una condición necesaria para pensar y para poder aspirar a los ideales democráticos de una sociedad más justa y más incluyente.

—¿Esta libertad existe para todos los mexicanos?

—Claro, a la letra uno diría que existen libertades para todos los ciudadanos de nuestro país, pero en la práctica sabemos que no es así, o sea que hay grandes sectores para quienes sus libertades están bastante seccionadas. Basta revisar los periódicos para constatar día tras día los graves atropellos que en materia de libertades hay en nuestro país. Me parece que sigue siendo una asignatura pendiente y ojalá podamos avanzar en ese sentido en los próximos años, ya que si no contamos con las garantías necesarias para que exista libertad como un derecho universal, digamos, será difícil consolidar una sociedad como la que aspiramos a tener y ser verdaderamente democráticos.

Reivindicaciones

—¿Qué opina de la expresión de jóvenes que rechazan la violencia al interior de sus centros educativos?

—Me parece que es una reivindicación legítima. Hemos visto grupos de estudiantes de CCH que defienden la protección de sus derechos y libertad de expresión al interior de su plantel: lo que parecía ser una problemática bastante local posteriormente se volvió una demanda general ante la existencia y la injerencia de grupos porriles en diversos planteles, lo cual los lleva a una reivindicación.

Añade que “es algo por lo que atraviesan muchos alumnos, de preparatoria en particular y sin olvidar a los alumnos universitarios, porque estos grupos de choque como sabemos han sido utilizados sistemáticamente desde hace mucho tiempo por diferentes partidos políticos, por distintas autoridades, para manipular con ciertos fines a movimientos en universidades o preparatorias y sobre todo para reventar algunas manifestaciones estudiantiles”.

A juicio de Portillo Sánchez “es gravísima la situación, porque los grupos porriles lo que hacen es alterar el orden y trastocar la vida académica de los estudiantes. Así que me parece que menospreciar esta reivindicación de los estudiantes sería una miopía muy grande. Hay muchos casos no solo de violencia por parte de los grupos porriles sino del manejo de información en las redes sociales. La violencia a la que se enfrentan los alumnos y alumnas en los centros educativos es una situación que se debe atender. Ojalá las autoridades y todas las instancias puedan dar cauce a sus demandas”.

—¿Faltan espacios de expresión para los jóvenes?

—Sí, por supuesto: los jóvenes sufren desde hace muchos años una violencia estructural y para constatarlo basta con ver las cifras. De acuerdo con el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED) uno de cada cuatro desaparecidos en México tiene entre 15 y 24 años. En 2017 se reportaron más de 34 mil personas desaparecidas, de las que nueve mil 404 son jóvenes, es decir, 27.4 por ciento.

Desde hace seis años, puntualiza la especialista, “los jóvenes han vuelto a levantar la voz; por ejemplo, con el Movimiento 132 por la libertad de expresión, que algunos piensan que se diluyó, pero está claro que los jóvenes se expresan de otras formas o mediante otros colectivos y sus demandas siguen presentes. Me parece que nos muestran una nueva forma de ciudadanía. Y que esta nueva generación de jóvenes no son apáticos ni apolíticos; por el contrario, están muy interesados en los problemas que nos conciernen.

—En este sentido, con el cambio de gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, ¿el panorama para este sector de la población cambiará?

—Quiero pensar que la expresión ciudadana tiene mucho que ver con la esperanza. En efecto, pensando en que las cosas van a cambiar creo que el futuro gobierno debería tomar en cuenta las problemáticas en las que la población juvenil está involucrada. Él ha hablado de las universidades, de las becas para incluir a los jóvenes en el mundo laboral, pero no es suficiente: será necesario trabajar en muchos frentes para que efectivamente todos los jóvenes de este país puedan acceder a las mismas oportunidades y no haya jóvenes a quienes se niegue el acceso a la educación y trabajo. Veremos qué harán los expertos en esta materia para la creación de las políticas públicas que deberán implementarse en la presente administración y que mejoren las condiciones de los jóvenes mexicanos, que son el presente de este país.

Maricela Portillo Sánchez es doctora en Comunicación Audiovisual por la Universidad Autónoma de Barcelona, maestra en Comunicación por la UIA y tiene posgrado en Estudios de Juventud por la Universidad de Lleida. Es integrante del Sistema Nacional de Investigadores Nivel 1 desde 2007. Fue presidenta de la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación (AMIC) durante el periodo 2009-2011. Es coordinadora del Grupo de Trabajo en Estudios de Juventud y Comunicación de la misma asociación desde 2006. Sus líneas de investigación giran en torno de la Comunicación Política (construcción de opinión pública, espectacularización de la política y cultura política de los jóvenes) y las Culturas Juveniles (construcción mediática de la juventud, usos de la tecnología, participación política). Coordinó la investigación Juventud, tecnologías y movimientos sociales: disputas por la visibilidad en el espacio público.