Padres de familia ya no juegan con sus hijos pequeños

Sólo dos horas a la semana dedican a sus hijos.

Redacción
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Foto: Cortesía CEEPI

México, 16 de abril. Los padres de familia mexicanos tienen muy poco tiempo para jugar con sus hijos pequeños. Según datos del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI), en promedio, solamente juegan alrededor de dos horas por semana: “Se trata de una actividad fundamental porque a través del juego los niños con sus padres, aprenden, refuerzan su autoestima y estrechan los lazos con ellos. Además es una forma de comunicación que estimula la creatividad en los niños y algo no menos importante: es posible determinar si un niño está padeciendo acoso escolar o alguna otro escenario de riesgo porque en el juego se proyectan los problemas”, sostuvo la Dra. Claudia Sotelo Arias, directora del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI).

En términos generales los padres que no juegan con sus hijos anteponen al exceso de trabajo, cansancio, pero de igual forma denotan poca disposición de integrarse a las actividades de sus hijos,. “La situación se agrava porque los padres suelen compensar estas carencias con regalos materiales o sustitutos del juego: como videojuegos, tabletas o teléfonos inteligentes o les permiten ver programas de televisión o videos sin restricción. También suelen llenar de actividades extraescolares a sus hijos”, sostuvo la especialista.

La Dra. Claudia Sotelo Arias comentó que este fenómeno se está presentando a nivel mundial y se debe principalmente a las jornadas de trabajo tan intensas de los padres de familia: “se suma la depresión, el aislamiento de los padres de familia, escenarios de violencia conyugal y marginación social, adicciones, y también egoísmo de los adultos que se tornan incapaces de relacionarse afectivamente con sus hijos”, dijo.

La psicóloga dio a conocer una serie de recomendaciones: “Los papás que tienen poco tiempo para jugar con sus hijos están dejando ir un tiempo extraordinario que nunca regresará. Se están privando de una actividad que se disfruta y que otorga mayor calidad de vida; sabemos que los adultos que juegan constantemente con sus hijos tienden a tener una visión más positiva de la vida y los niños se siente afectivamente más seguros y comprendidos”, concluyó.

Algunas patologías que pueden desarrollar los niños que no juegan con sus papás:


  • Soledad y aislamiento.
  • Depresión.
  • Baja autoestima.
  • Pérdida de la confianza hacia los padres.
  • Un sentimiento de que no son importantes para sus papás.
  • No estimulan la creatividad.
  • No se sienten queridos.
  • No expresan los problemas que pueden tener en entornos escolares ni familiares.

¿Por qué los papás no juegan con sus hijos?


  • Dicen que no tiene tiempo, ni en los fines de semana.
  • Cansancio crónico.
  • Poca disposición para dedicarles tiempo a sus hijos.
  • No se pueden conectar afectivamente con los niños.
  • Piensan que el juego no tiene importancia.