Violencia, desigualdad y pobreza cruzadas por discriminación

Conapred presentó la ENADIS 2017 en la UAEM

Ricardo Pérez Valencia
Nacional
ALEXANDRA HAAS
Foto: CONAPRED

Ciudad de México, 23 de mayo de 2019.- Si bien hace algunos años la discriminación era un tema no reconocido en México, en la actualidad se ha comprendido la importancia de visibilizarlo y colocarlo en un lugar central, toda vez que se ha asumido que este fenómeno es transversal en los grandes problemas nacionales. Violencia, pobreza y desigualdad están cruzadas por la discriminación, señaló la presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), Alexandra Haas Paciuc, al presentar la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS 2017) a la comunidad de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).

Explicó que el Conapred junto con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) desarrollaron la ENADIS 2017.

En la presentación, la titular del Conapred agregó que la ENADIS 2017 demuestra que la discriminación estructural va más allá de la voluntad individual de si se quiere o no discriminar, pues se trata de prácticas institucionalizadas que derivan en desventajas o brechas de desigualdad que niegan el acceso a derechos de grupos vulnerados históricamente.

Ejemplificó lo anterior mencionando que, de acuerdo con la ENADIS 2017, los grupos que presentaron mayores brechas de desigualdad fueron las personas con discapacidad y las personas indígenas, quienes tienen los mayores niveles de analfabetismo y de precarización en el trabajo al no contar con contrato ni prestaciones médicas. Apuntó que mientras el promedio de analfabetismo nacional es de 3%, sube a 21% para las personas con discapacidad y 13% para las personas indígenas. A la par, explicó que cuatro de cada 10 personas en México tienen un contrato laboral, pero cuando hablamos de personas con discapacidad sólo dos de cada 10 cuentan con uno, en tanto que apenas una de cada 10 personas indígenas también lo tienen. Esta situación se agrava cuando nos referimos a estos mismos grupos en zonas rurales, pues el porcentaje de analfabetismo aumenta al 28% para personas con discapacidad, y peor aun cuando hablamos de mujeres indígenas o con discapacidad que viven en zonas no urbanas.

Lo que nos enseña la ENADIS 2017, expresó Haas Paciuc, es que cuando se suman uno o más motivos de discriminación se incrementan las brechas de desigualdad, con lo que se restan oportunidades de desarrollo a las personas. En virtud de ello, invitó a tomar medidas para combatir este fenómeno a través de las políticas públicas y legislativas, las reglas familiares, revisar cómo interactuamos entre pares, para dejar de normalizar la discriminación.