LIBERTAD NO ES UN CONCEPTO SINO UNA ACTITUD FRENTE A LA VIDA

La libertad es ese albedrío que está inmerso en nuestro ser más profundo.

Ricardo Pérez Valencia
Columnas
Foto: Especial
Secretaría de Cultura

“Yo siento que en la actualidad la libertad se ha restringido. Esta idea de libertad dentro de una sociedad está en un momento muy difícil, muy crucial, esa es mi percepción”, afirma el maestro Natalio Hernández, poeta, escritor e investigador náhuatl.

“Hoy —agrega— estamos en un momento muy difícil acerca de la libertad. Creo que los márgenes de libertad están muy acotados por la violencia y por muchos aspectos que hacen que la libertad en el sentido de libre albedrío, de libre movimiento. Incluso las nuevas tecnologías: estoy impresionado de cómo la vida privada de uno ya no es privada: hay una vida muy pública y la intimidad, la libertad de vida, se ha alterado”.

—¿Esta falta de libertad se acentúa si uno es originario de una población indígena o habla una lengua indígena?

—No. Creo que ahora la libertad no solo está en crisis en el mundo indígena sino en toda la sociedad. Y eso es lo más complicado: lo más preocupante es que no solo se ha restringido a los pueblos indígenas sino que impacta al conjunto de la sociedad. Los márgenes de libertad de la sociedad, de los individuos que conformamos la sociedad mexicana, se han restringido.

—¿Ante esta situación qué se debe hacer?

—Debemos buscar nuevos mecanismos que nos lleven no solo a conquistar esos espacios de libertad sino más allá.

—¿Cuáles serían esos mecanismos?

—Mayor sensibilidad, mayor fraternidad, mayor solidaridad, mayor respeto. Me preocupa, por ejemplo, que los jóvenes han perdido todas las formas tradicionales de respeto. Ahora un joven no establece una relación de respeto con los mayores. Las nuevas generaciones ya no tienen esta idea de respeto en libertad dentro de las relaciones con los distintos sectores de la sociedad.

Respecto del camino que se tendría que tomar para avanzar en este sentido el presidente de la Fundación Cultural Macuilxochitl, cuya labor es apoyar el desarrollo de la lengua náhuatl en la perspectiva intercultural y lograr que trascienda más allá de la comunidad hablante, expresa que se tiene que regresar a nuestras formas tradicionales de respeto en todos los ámbitos. “Respeto a la persona, a la naturaleza, a la vida. Yo no sé pero, por ejemplo, me llama mucho la atención esta idea de respeto y de convivencia en los países orientales, particularmente Japón. Es algo que se hace desde la base, desde los niños, desde la familia y trasciende a la escuela y a la sociedad. Algo así tendríamos que estudiar: cómo se establece la relación de respeto y cómo ese respeto se refleja en la libertad del individuo dentro del conjunto de una nación”.

Respeto

Para Natalio Hernández “habría que ver a los japoneses, a los chinos, a los coreanos cómo establecen esta relación de respeto con la naturaleza, con el individuo, con la sociedad. Y eso también lo tenemos en las culturas antiguas nuestras. Creo que los mexicanos debemos regresar a nuestras fuentes primarias de respeto y de convivencia dentro de la comunidad”.

—¿Este respeto incluye a las leyes? Porque tenemos normas y una serie de mecanismos para ello…

—Estamos entrampados en las normas. Hemos legislado mucho y sin embargo la sociedad cada día es más decadente. Tenemos que buscar nuevos mecanismos, más humanos, no tan jurídicos, para que podamos construir una nueva sociedad: la sociedad del futuro con una visión humanística.

—¿Para usted qué es la libertad?

—Es algo que nace dentro de uno mismo; o sea, uno es libre, pero la libertad es el profundo respeto a la vida misma de uno. Es ese albedrío que está inmerso en nuestro ser más profundo. La libertad de pensar, la libertad de crear, de generar cosas. No es un concepto sino una actitud frente a la vida y frente a la vida de los demás.

Natalio Hernández nació en Naranjo Dulce, Ixhuatlán de Madero, Veracruz. Ha ocupado cargos institucionales de educación indígena e intercultural bilingüe en la SEP y en el Programa Nacional de Lenguas y Literatura Indígenas del Conaculta. Fue presidente fundador de la Asociación de Escritores en Lenguas Indígenas, presidente de la Organización de Profesionistas Indígenas Nahuas (OPINAC), presidente de la Alianza Nacional de Profesionistas Indígenas Bilingües (ANPIBAC) y presidente del Seminario de Análisis de Experiencias Indígenas. Fue miembro de la Iniciativa Indígena por la Paz en Chiapas, creada por la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú. Es autor de numerosos libros de poesía y ensayos. En 2008 tradujo la Constitución a la lengua náhuatl. Ha sido acreedor de los premios Nezahualcóyotl de Literatura en Lenguas Indígenas, del Conaculta; Bartolomé de las Casas, otorgado por la Casa de América de España; y Toltecayotl de Letras Indígenas, del Consejo General de la Casa de los Pueblos Indígenas de Puebla. Actualmente es presidente de la Fundación Cultural Macuilxochitl.