LA LIBERTAD ES HACERTE RESPONSABLE DE TUS ACCIONES

Lo que le recomiendo a la gente es que mida su huella de carbono e hídrica para reducir estos impactos.

Martha Mejía
Columnas
Foto: Especial
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Desde hace unos años México adoptó un compromiso real en la lucha contra la contaminación y el cambio climático, que entre otros temas exige la sinergia de todo el sector ambiental, además de contar con una nueva generación de profesionales que desarrollen investigación y políticas públicas, factores indispensables para lograr las metas climáticas a mediano y largo plazo.

Entre quienes hacen posibles el alcance de estas metas destaca Juan Jorge Avilés Ortega, Premio Nacional de Periodismo y Divulgación Científica 2014 y Premio de la Juventud Ciudad de México al mérito cívico.

Actualmente este joven biólogo y veterinario preside la Agenda Ambiental y de la Biodiversidad Mexicana en el Senado de la República, desde donde trabaja en la creación de nuevas políticas ambientales para el país.

—¿Qué es la libertad?


—La capacidad que tienen las personas de elegir sus acciones y ser responsables de estas; es decir, que no están atados a dogmas o vicios y que ejercen el derecho de hacerse responsables de su palabra y de sus acciones. Ese para mí es el máximo ejercicio de la libertad.

—¿Cómo ejercemos este valor dentro de la vida profesional?

—La libertad la ejercemos tomando decisiones claras, con rumbo, firmes. A veces esas decisiones son complicadas pero si las mantenemos podemos aprender de ellas.

—¿Cómo se involucró en la política pública ambiental?

—Fue a partir de un artículo que escribí sobre la conservación del ajolote, que primero se publicó en una revista adscrita al Conacyt; posteriormente lo metí a concurso y ganó el Premio Nacional de Periodismo de Divulgación Científica. A partir de ahí, sin querer realmente, se comenzó a desarrollar una estrategia mediática a través de los medios de comunicación nacionales pero también internacionales como The Washington Post, The New York Times y en la BBC de Londres. A partir de entonces me di cuenta que había un gran déficit en la articulación entre gobierno, ciudadanía y academia. Esa fue una parte fundamental donde empezamos a ver que si realmente queríamos que las ciencias biológicas y veterinarias hicieran algo por la sociedad los profesionistas de esta materia teníamos que involucrarnos en la parte de gobierno y legislación. Y desde entonces trabajamos en ello.

—¿Cuál es la situación de México en este tema?

—En el país tenemos muy buenos cimientos legislativos pero solamente en el papel. Ahí la parte ambiental está muy bien. E incluso la nueva parte animal que se desarrolla. El problema es pasar del papel a los hechos. Desafortunadamente, como no se ha podido hacer, esta sinergia da origen a diversas posturas radicales tanto en la parte académica como empresarial y en la sociedad. Surgen diversos grupos que toman banderas de ambientalistas, animalistas, ecologistas, cuando carecen totalmente de ese enfoque.

Por otra parte, puntualiza, “es imposible poner un policía ambiental a cada ciudadano; mejor vamos a trabajar en la conciencia y educación de cada persona, lo cual es un proceso difícil, porque este tipo de cambios tardan de 20 a 25 años para dar resultados, pero es un proceso sólido y es la única forma en que podemos cambiar a nuestra sociedad”.

—En este caminar, ¿ha podido actuar con libertad?

Ha sido difícil porque, por ejemplo, cuando fui coordinador de Medio Ambiente en la alcaldía Cuauhtémoc estábamos sometidos a diversas disposiciones e incluso a los mismos intereses relacionados a la alcaldía. Muchas veces los problemas se derivan de falta de presupuesto, de personal, de voluntad política… Desafortunadamente a veces se confunden las estrategias ambientales con las estrategias mediáticas. A nivel personal siempre he tenido el apoyo de diversas instituciones y de la academia. A veces al primero o segundo intento nos dicen que no pero ya que ven que es algo estructurado, con bases y con resultados, los tomadores de decisiones se convencen. Creo que el mayor problema que hemos tenido para ejercer la libertad ha sido tal vez el escepticismo hacia las nuevas generaciones.

Colapso

—Como joven representante de su generación ¿qué tan difícil ha sido tocar puertas al proponer nuevas políticas ambientales?

—La juventud en el ámbito político está estigmatizada hasta por la misma juventud. Muchas veces grupos de jóvenes se usan para campañas o estrategias mediáticas en tiempos electorales. Y cuando pasan las elecciones todas las acciones que van encaminadas a medio ambiente y juventud se acaban. Nosotros somos esa generación que nos alejamos de la parte partidaria pero no de la parte política ni de la administración pública: por el contrario, la idea es trabajar con todos los ciudadanos involucrados.

—¿Cuáles son los temas ambientales prioritarios en la Ciudad de México?

—Nuestra ciudad ya está colapsada ambientalmente. Esa es una realidad: todas las acciones que estamos llevando a cabo actualmente funcionan como paliativos. No obstante todas las acciones van a tener buenos resultados si las mantenemos. Por ejemplo, el programa Ecobici se ha mantenido por lo menos en tres etapas de gobierno y eso es bueno. Por desgracia muchas otras estrategias no han permanecido. Es importante que el tema ambiental no solamente radique en el gobierno sino en cada individuo: el gobierno no resolverá el problema y por ello debe surgir desde la ciudadanía. Las temáticas son muy puntuales: estamos hablando de movilidad, urbanización, déficit de agua, déficit en la densidad de las áreas verdes, pérdida de biodiversidad y manejo de los residuos sólidos. Son algunos de los principales problemas.

—¿Qué podemos hacer?

—Lo que le recomiendo a la gente es que mida su huella de carbono e hídrica. A partir de esos conceptos podemos comenzar a aplicar soluciones para reducir estos impactos y desarticularlos. Lo que debemos hacer es reeducar por medio de la educación ambiental y la cultura ambiental, que la ciudadanía haga propias estas acciones sin que el gobierno le diga: crear y construir conciencia.

Perfil

Juan Jorge Avilés Ortega tiene formación de Biología en la Facultad de Ciencias de la UNAM y en Medicina Veterinaria y Zootecnia en la Universidad del Valle de México. Fue titular de la Jefatura de Normatividad Animal de la Ciudad de México en la Agencia de Atención Animal CDMX y coordinador general de Medio Ambiente en la entonces delegación Cuauhtémoc. Actualmente se desempeña como presidente y fundador del Instituto Mexicano de Fauna, Flora y Sustentabilidad AC. Es presidente de la Agenda Ambiental y de la Biodiversidad Mexicana en el Senado de la República. Es director y fundador del Diplomado de Educación Ambiental Urbana.