CRÍTICA HORRIBLE A HERMOSA CONTRATACIÓN

El arribo de Oribe a Chivas evidencia que las fuerzas básicas rojiblancas pasan por una inmensa crisis.

Cristopher Rivera
Columnas
Foto: Especial
Cuartoscuro

Toda contratación de futbolistas o refuerzos lleva consigo un riesgo, sin importar la edad. Hay jugadores que son adquiridos en plenitud y no rinden, y otros que tienen un largo kilometraje recorrido en las canchas y funcionan. Son fenómenos normales en el futbol.

Todo lo anterior va en razón de la adquisición que hizo Chivas en días pasados de Oribe Peralta, jugador de 35 años, procedente del América y que, por si fuera poco, es el jugador mexicano con mejores números en los últimos tiempos.

En una apreciación personal me parece que dicha adquisición de Chivas es maravillosa. ¡Qué digo maravillosa! ¡Majestuosa!

¿Por qué? Primero, porque se trata de un futbolista 100% profesional. Y no lo digo por decir sino porque conozco su carrera, porque he sido testigo de su trabajo a nivel de clubes y selección mexicana. Por otro lado no nos confundamos en cuanto a su rendimiento en sus últimos momentos con América: la realidad es que Oribe perdió la titularidad debido a lesiones y la obsesión del técnico Miguel Herrera por Nicolás Castillo, y no porque dejó de correr o le faltó futbol.

Mientras tanto, si tomamos en cuenta que de lo que más careció Chivas la temporada anterior fue de goles, los números de Oribe Peralta y su buen estado físico me hacen pensar que es más que acertada su contratación.

Asimismo, con todo respeto a toda la plantilla del Guadalajara, la realidad es que les hace falta un líder dentro y fuera del terreno de juego; en este sentido Peralta tiene la personalidad para hacerse cargo.

También añadiría que el medallista olímpico en Londres 2012 es un jugador aterrizado, discreto, no de esos que se toman fotos presumiendo sus lujos; es un cuate ecuánime, y la ecuanimidad en Chivas hace mucha, pero mucha falta.

Por último los números hablan por sí solos. Hoy una de las principales apuestas de Chivas en la delantera es Alan Pulido, quien en seis torneos con el rebaño ha marcado 22 goles, mientras que Oribe Peralta en el mismo número de campañas con América marcó 28 tantos. Es decir, Peralta, siete años más grande que Pulido, fue más productivo.

¡Ahí están mis razones por las cuales aplaudo la llegada de Oribe Peralta a Chivas!

Si usted le va al Guadalajara o es aficionado al futbol le pido que no haga como muchos un análisis simple y sin sustento del nuevo refuerzo del equipo tapatío. Quizá si se tratara de un jugador “X” —como hay muchos— validaría esos comentarios que garantizan el fracaso antes de… ¡Pero se trata de Oribe Peralta! Entonces, cuando se trata de un jugador como estos, no podemos adelantarnos ni vaticinar que será un fiasco con su nueva casaca.

Eso sí: el arribo de Oribe a Chivas evidencia que las fuerzas básicas rojiblancas pasan por una inmensa crisis. Pero ese es otro tema.

¿Dónde está lo raro?

Claro que es válido que un jugador de América pase a Chivas. ¿Qué de malo y extraño hay en este tipo de movimientos? Esto es futbol, señores, y así funciona.

Los jugadores son empleados. Y como tales tienen derecho a contratarse con otra empresa (equipos de futbol) para seguir manteniendo a su familia. ¡No pasa nada!

La vieja guardia o periodistas de antaño no pueden tolerar tal negociación. Yo sinceramente les diría que Chivas no dejará de ser Chivas por tener a un ex americanista y viceversa: los clubes tienen una esencia y esa nunca se pierde. Lo mismo ha pasado con Barcelona y Real Madrid; y ambos continúan teniendo un instinto diferente del futbol.