EL COCO DE TEX-2

Se debe seguir insistiendo en aprovechar el agua de lluvia para paliar el desabasto de agua que más pronto que tarde nos agobiará.

Guillermo Fárber
Columnas
Foto: Especial
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El estudio del ingeniero Agudelo (a quien nadie puede calificar de izquierdoso) hace énfasis en el problema ambiental: “En 2001 escribimos el artículo titulado ‘Agua: Factor de vida y muerte para una ciudad’. Es la historia de la problemática del abastecimiento de agua potable y el desalojo de las aguas residuales y de lluvia de la cuenca, desde la época prehispánica a la fecha.

(“Destruir es más económico que construir y es, además, mucho más rápido. Una cuenca que tardó 36 millones de años en formarse se convirtió en un valle ecológicamente destruido en solo 300 años. El acuífero del subsuelo que provee 70% del agua que requieren la ciudad y los municipios conurbados se está vaciando rápidamente. Su vida útil se puede medir en décadas”).

Análisis técnico

“Este artículo se escribió con la idea de dar a conocer las soluciones viables para el aprovechamiento de las aguas pero también para presentar los grandes inconvenientes que tiene hacer un aeropuerto en el antiguo Lago de Texcoco, desde un punto meramente ecológico, dejando la posibilidad a las futuras generaciones de poder terminar el proyecto, ya iniciado hace medio siglo, del rescate del Lago de Texcoco (elaborado por los distinguidos ingenieros Nabor Carrillo, Fernando Hiriart, Gerardo Cruishank, Rafael Vargas Soleno, etcétera).

“No estamos en absoluto convencidos de que el problema del agua en el Valle de México sea solucionado ni a mediano plazo. A 15 años de haberse publicado este trabajo la situación parece haber empeorado. Las afirmaciones del desaparecido Adolfo Aguilar Zínser quedaron en promesas incumplidas. La construcción del Nuevo Aeropuerto de la ahora llamada CDMX ha logrado anular por completo la solución del problema del agua en el Valle de México. Pero se debe seguir insistiendo en aprovechar el agua de lluvia para paliar el desabasto de agua que más pronto que tarde nos agobiará.

“La solución solo es cuestión de voluntad política. Desde su arribo al poder en el gobierno del DF (1997) la izquierda poco ha hecho para siquiera frenar algo este problema y creemos que se seguirá la política impuesta por el Sr. López Obrador de dedicar los recursos a obras suntuarias y espectaculares que benefician solo a una pequeña parte de la población. Durante 50 años hemos estudiado las causas de la desatención al problema del agua a nivel mundial y nuestra conclusión es que el actual sistema económico ha aprovechado este serio problema para beneficio de las grandes empresas que ya poseen el control del agua (ver el interesante artículo ‘¡Aguas con el agua!’) con el riesgo de provocar en un plazo no muy lejano serios problemas sociales”.

Una frase citada por Agudelo me llama la atención: “No hemos manejado el agua; solo nos hemos defendido de ella”. El problema del agua potable comunitaria puede parecer trivial; no lo es, como pueden atestiguarlo millones de usuarios que no la reciben regularmente, sobre todo en colonias marginadas.